No jueguen con fuego, ‘porfa’

Pedro de Silva

Pedro de Silva

Se pensaba que el golpismo no era posible en las democracias del mundo desarrollado, pero ya hemos visto lo cerca de triunfar que estuvo el golpe de Trump, cuya sombra siniestra aún planea sobre EE UU. En Alemania, visto el censo de golpistas de la reciente intentona, en el que hay mandos militares de áreas operacionales, todo hace pensar que tampoco era una broma. En las democracias la leña para el golpismo la acarrean un discurso tremendista en medios que parecían serios para enardecer a sus lectores “cultos”, la circulación de mensajes de odio y noticias falsas para adictos a las redes y una polarización política al límite en las instituciones públicas. En cuanto al pretexto para pegar fuego a la democracia, valdría el de siempre: que está en peligro y hay que defenderla. Así que, por favor, dejen de echar chispas, no vaya a ser que un día se escape una y prenda la leña amontonada.

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