DE UN PAÍS

Encuestas

Luis Carlos de la Peña

Luis Carlos de la Peña

A falta de urnas, bienvenidas sean las encuestas. Decía Borges que la democracia es un abuso de la estadística, pero el escepticismo del autor de la “Historia universal de la infamia” tiene la virtud de señalar los datos numéricos como clave para inferir una consecuencia política.

Sigo algunas series demoscópicas, en particular las del ahora excéntrico CIS y las de 40dB. Esta última empresa acaba de dar a conocer su último trabajo, donde analiza el efecto en escaños que tendría que los grupos a la izquierda del PSOE unan o no sus fuerzas en una única opción electoral. Si Unidas-Podemos, Sumar y Más País decidieran acudir juntos a las urnas con Yolanda Díaz a la cabeza, obtendrían previsiblemente 57 diputados; si lo hicieran por separado, apenas sumarían 33 escaños. Un incentivo categórico que presiona en contra de la dispersión y en favor del proyecto paraguas de Sumar. Como ven, es ahí donde se juega que el futuro gobierno se asemeje al actual o haga crecer las opciones de la derecha.

La decisión que al final adopten los grupos a la izquierda del PSOE no solo afecta a sus resultados; la onda expansiva alcanza al resto de fuerzas en contienda. Interesa destacar que en este trabajo de 40dB el PP sigue siendo –en coincidencia con todas las empresas demoscópicas, salvo la pública– el partido ganador, en el entorno de los 120 diputados (hoy 89) y que el PSOE perdería una veintena de escaños (hoy 120).

Se está prestando poca atención a esta tendencia mantenida en las encuestas: el PP ganará las elecciones y lo haría con mayor diferencia respecto del PSOE si los grupos de la izquierda acuden unidos tras Yolanda Díaz. La lógica percepción de que el mayor peso de Sumar en un hipotético futuro gobierno con el PSOE lo escoraría más a la izquierda, se vería contrapesada con la aún mayor movilización del electorado de la derecha y la fuga de votantes socialistas bien a la abstención, bien directamente al PP, sin olvidar el puñado de socialistas melenchonianos que acudirían a la llamada de la izquierda sin filtro.

En el lado del PP tampoco cuadran las cuentas. Con solo Vox no llega y el partido ultra no esconde, en palabras del joven Ortega de 1917, “el reaccionario que trae el pasado sobre el presente con ánimo de desalojar éste”. Feijóo podría encontrarse en la misma situación que Rajoy en enero de 2016 cuando, ante el Rey, admitió no tener los apoyos suficientes para formar gobierno. Demos tiempo al tiempo. Por ahora, solo tenemos encuestas.

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