DESDE MI ATALAYA

La incautación de la lonja

El sábado día 3 se cumple el centenario de la incautación de la Lonja por la Corporación municipal de nuestra villa, al mando de un alcalde excepcional, que fue don José del Río Paredes, tal como lo relata el historiador José Torres en su libro sobre la “Historia de Marín: “Al efecto, sobre las tres de la tarde de tal día, se dirigen hacia el Barrio de Canto da Area los miembros de la Corporación municipal, presididos por el Alcalde, Sr. Del Río Paredes, acompañados de un numeroso conjunto de personas, y una vez llegados a la Lonja, se requiere al representante del concesionario, Sr. Sancho, la entrega del establecimiento, acto que se realizó con las formalidades de rigor y sin incidente alguno”.

Todo este proceso viene de la precaria situación económica en que se encontraba nuestro municipio, por lo que la corporación decidió incautarse de la lonja, con el fin de recuperarla y poder así tener un medio de ingresos económicos para nuestro crecimiento y desarrollo. Decisión compleja por las consecuencias que pudiera tener, en caso de no conseguirla, para la corporación, la villa, y personalmente para el alcalde. Pero los marinenses, y esto fue lo importante, apoyaron a su alcalde, y se solidarizaron con esta actitud, porque era del interés general. Y así se creó un clima de apoyo y entusiasmo, porque suponía abrir una nueva perspectiva, dejando atrás la penuria que venían soportando. Y como para que esta decisión tuviera éxito, necesitaba el apoyo general y unánime de todos los marinenses, se creó la Junta Local de Defensa, por iniciativa de un joven abogado marinense, todo entrega y entusiasmo al servicio de Marín, que fue don Raimundo Vidal Pazos, ágil escritor y polemista contundente y todo amor por su pueblo, a quien sirvió desinteresadamente, sin recibir recompensa alguna, pero que con el alcalde, iban a culminar una etapa decisiva para el futuro desarrollo, crecimiento y prosperidad de nuestra villa. Más tarde nombrado Depositario municipal, nombramiento que no se sabe cómo interpretarlo, por lo que se vio precisado a salir de Marín, en busca de otros horizontes donde desarrollar sus facultades y satisfacer sus justas aspiraciones.

Constituida la Junta, con la presidencia del Sr, Vidal Pazos, decidieron ceder la presidencia de honor al Alcalde Sr, Del Río, como autentico defensor de los intereses marinenses, en la que estaban representados la Corporación, los Consignatarios, los industriales, los comerciantes. Los propietarios, los obreros, los maquinistas, los agricultores y otras actividades, con los representantes de las entidades: Sociedad general de Comerciantes, Federación Obrera, Federación Agraria, Sociedad de Armadores, Agrupación Socialista, Construcción Naval, Federación de Carteros, Sociedad Patrones de Cabotaje, Sociedad de Marineros, Sociedad de Maquinistas y Fogoneros, Sociedad de Estibadores, Sociedad de Panaderos, Sociedad de Metalúrgicos, Liceo Casino, Sociedad de Recreo de Artesanos, junto a Carpinteros,. Albañiles, Carpinteros de Ribera, Sociedades Agrarias de Pardavila, Ardán, Soage y Mogor. Es decir, el todo Marín. Que culminaron con total éxito aquella acción difícil y arriesgada.

Así es como se sirve a un pueblo, con decisión y energía, que llevó a Marín al mayor crecimiento y progreso conocidos, con el “Proyecto del Plan de Ensanche y Saneamiento de Marín”, y el desarrollo de la villa. Por eso, en estos tiempos necesitamos unirnos como aquellas “fuerzas vivas”, para apoyar una gestión eficaz de nuestra corporación, que consiga salir del estado en que nos encontramos, porque Marín, un siglo después, necesita despertar de esta apatía en que nos encontramos, estancados y sin un futuro despejado y cierto. Por ello nuestro reconocimiento a todos los que hace un siglo, consiguieron, con unión y energía, dejarnos este Marín que hoy disfrutamos. Para ellos nuestro recuerdo y agradecimiento más sincero, por su trabajo, dedicación y por el ejemplo que nos dejaron.

Suscríbete para seguir leyendo