Se hace caso omiso a las señales de alarma debidas al incremento de brotes zoonóticos y a las advertencias de la comunidad científica respecto a la pérdida de biodiversidad y el cambio climático, que tienen en la deforestación de los bosques y en la quema de combustibles fósiles sus principales impulsores. En este siglo se pondrá de manifiesto el gran poder de los virus sobre la humanidad, será inevitable que surjan nuevas pandemias, y mucha culpa de ello la tiene la actividad antropogénica descontrolada de las últimas décadas, cuestiones en las que llevo insistiendo desde hace tiempo.
Existen miles de especies de virus zoonóticos, cuyo origen proviene de la degradación ambiental. Los humanos invadimos territorios ajenos como bosques o selvas, lo que facilita que exista un contacto más estrecho entre los humanos y nuevas especies de animales salvajes, aumentando la probabilidad de que los virus pasen a nuevos huéspedes y provoquen nuevas pandemias. Las alteraciones que el cambio climático provocará en las próximas décadas en los ecosistemas terrestres, generarán miles de transmisiones virales entre diferentes especies. Los virus empiezan a saltar entre especies huésped a un ritmo sin precedentes, y las repercusiones en la conservación y en la salud humana podrían ser devastadoras.
El cambio climático contribuirá a que las pandemias sean más probables, nos golpearán nuevas enfermedades en un futuro próximo. El cambio climático se convertirá en el mayor factor de riesgo de aparición de enfermedades. El calentamiento global que ya está afectando al planeta, dejará en el transcurso del tiempo innumerables efectos secundarios, y hará que los virus busquen nuevos huéspedes, y aunque lo habitual es que la transmisión sea entre animales, lo más probable es que acaben alcanzando a los seres humanos.
La COP27 no ha supuesto un paso adelante para el futuro del planeta ni de la humanidad. La crisis climática que amenaza con hacer desaparecer a los países/isla del mapamundi o convertir a África en un desierto necesita una respuesta contundente que de momento se hace derogar. Es preciso acelerar la mitigación y la adaptación climática, con la finalidad de evitar y/o minimizar las consecuencias que la crisis climática puede deparar a la humanidad. Es tiempo de actuar para que los gobiernos inviertan en sistemas de salud para hacerlos más resilientes ante una nueva pandemia, y dediquen más recursos a proteger y conservar la naturaleza.
*Científico, académico, escritor y humanista
