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Luis Sánchez Merlo

La niña del abrigo rojo

Basada en la novela ‘El arca de Schindler’(1982), del escritor australiano Thomas Keneally, ‘La lista de Schindler’ (1993), película dirigida y coproducida por Steven Spielberg –el hombre que siempre ve las cosas de forma diferente a los demás– es una leyenda del cine.

Fotograma de 'La lista de Schindler'.

Rodada en blanco y negro, recreando los documentales de campos de concentración, con un reparto de miles de personas, esta larga y sobria película es la más arriesgada y personal de Spielberg y no se parece a ninguna otra: “Lo que me atrajo del libro fue que era la mirada insensible al Holocausto, que no intentaba arrancarme un grito emocional”.

A partir de la invasión de Polonia por los nazis, cuenta el genocidio de los judíos, internados en guetos y enviados a campos de concentración.

El protagonista, Oskar Schindler, un empresario católico alemán que, durante la Segunda Guerra Mundial, buscaba hacer fortuna, aprovechando su amistad con los jerarcas nazis y la mano de obra barata que le proporcionaba la perseguida comunidad judía.

Acabó convirtiéndose en un héroe, a costa de arriesgar su vida por mil doscientos judíos polacos (297 mujeres y 801 hombres) a los que –en pleno exterminio nazi– preservó de morir, empleándolos como trabajadores de sus fábricas. Murió prácticamente sin dinero en 1974.

Spielberg quiso centrar el relato en Schindler: “Quería imaginar los acontecimientos casi por completo a través de sus ojos, su encanto, la forma en que las mujeres le quieren, su fuerza, un hombre rotundo”.

El punto de inflexión se produjo cuando, en pleno desalojo de Podgórze –un gueto de Cracovia donde vivían 15.000 judíos, hacinados en 30 calles– Schindler, del que Spielberg dijo “pasó de ser un gran Gatsby a un gran salvador, y eso me fascinó”, observó el horror desde lejos y vio a la niña del abrigo rojo, caminando entre una multitud liderada por los hombres de las SS. Más tarde ese abrigo se ve entre los cadáveres.

Esta es una de las secuencias más conmovedoras de la historia del cine. En apenas unos minutos, la niña se convirtió en un icono que ha pasado a la historia por ser la única nota de color en una película (3 horas y 15 minutos en blanco y negro).

Para Spielberg que, de joven, se sentía avergonzado de ser judío, “siempre era consciente de que destacaba por mi condición de judío”, la niña simbolizaba la inacción de los gobiernos de la Unión Soviética, Gran Bretaña y los Estados Unidos durante el Holocausto, ignorado durante años.

En su opinión, era como una mancha roja en la que nadie quería reparar: “No se hizo nada para frenar el progreso que los nazis estaban logrando con la aniquilación de los judíos europeos; así que, al permitir que esa escena fuera en color, ese fue mi mensaje. Era tan obvio como una niña con un abrigo rojo caminando por la calle”.

***

El personaje de Oliwia Dabrowska (OD) –que ya aparecía en la novela original de Keneally– guardaba un parecido con Ligocka Roma, una niña judía superviviente de la Segunda Guerra Mundial, conocida por su capa roja en el gueto de Cracovia, que escribió un libro de memorias sobre sus experiencias.

Pero la secuencia podría haber tenido su origen en Audrey Hepburn, que le habría hablado a Spielberg sobre una niña –con el mismo atuendo– que ella había visto subir a un tren durante la Segunda Guerra Mundial. En la biografía, “Audrey Hepburn, An Elegant Spirit: A Son Remembers”, se menciona que se lo dijo mientras hacía “Always” con él.

Dabrowska cree que la razón por la que la eligieron fue su naturalidad: “Nunca le pregunté a Spielberg por qué me eligió a mí, pero creo que fue porque no era tímida, no tenía miedo”.

No guarda recuerdos del rodaje. “Mis recuerdos reales son más sentimientos que hechos”. Muchas de las anécdotas que conoce se las contó su madre. A ella le impactó una escena: durante el rodaje, en un momento la niña del abrigo rojo tuvo que meterse debajo de una cama, tenía miedo de la oscuridad –y de las posibles arañas– y no quería entrar con la cabeza primero, sino con las piernas. “Spielberg aceptó este cambio, y eso está en la película. Así que tuve un poco de influencia”.

Con 'La lista de Schindler', “el Rey Midas de Hollywood” consiguió hacer uno de los mejores retratos de aquella tragedia. Premiado con siete Oscar –incluidos Mejor Película, Mejor Guion y Mejor Dirección— tras haber gastado 23 millones de dólares, recaudó más de trescientos millones en todo el mundo.

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Después de la invasión rusa, en febrero de 2022, el personaje que interpretó –como símbolo del trauma, que encarnó las atrocidades del Holocausto y de la Segunda Guerra Mundial– la impulsó a dedicar su tiempo al trabajo voluntario.

Comenzó organizando un equipo para proporcionar insulina a personas diabéticas y ahora lidera el movimiento “Hope for Ukraine” –que ya cuenta con 200 miembros– para ayudar a los refugiados en la frontera entre Polonia y Ucrania.

Para mostrar su apoyo al pueblo ucraniano, OD ha compartido en las redes la imagen versionada de “La lista de Schindler” en la actualidad. En lugar del blanco y negro con abrigo rojo, el paisaje es amarillo y gris con un abrigo azul, guiño a los colores de la bandera ucraniana.

Se apoya también en Instagram, para pedir contribución a la tarea de los voluntarios, que asisten a soldados heridos, buscan lugares seguros para los refugiados y acopian comida y ropa para aquellos que lo necesiten: “Cualquier cosa sirve, necesitamos donaciones materiales y financieras. La situación es dramática. Yo también soy voluntaria aquí, en la frontera, y lo he visto con mis propios ojos”.

El dinero, según Dabrowska, se asigna a las necesidades más apremiantes, como suministros de primeros auxilios (vendas y torniquetes), ropa, zapatos, calcetines, ropa interior nueva, para soldados y alimentos con una larga vida útil, como productos enlatados.

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Con el paso de los años, la imagen de la niña polaca del abrigo rojo –ajena a los horrores que ocurrían a su alrededor– ha pasado a ser un símbolo internacional de la esperanza en medio de una realidad dura y cruel por culpa de la invasión, que ha llevado a millones de ucranianos a dejar atrás toda su vida, perder sus hogares y seres queridos y buscar un refugio seguro al otro lado de sus fronteras, huyendo de persistentes bombardeos rusos.

Una situación triste y devastadora que deja un sentimiento triste en la niña del abrigo rojo: “Incluso si estoy haciendo todo lo que puedo, nunca será suficiente. Las necesidades son mayores que las capacidades de nuestro grupo de voluntarios... Esto es muy difícil, pero no nos detendremos”.

‘La lista de Schindler’ recorre la condición humana: desde el odio irracional de unos pocos que quieren imponer su visión radical del mundo, hasta aquellos que sufren las consecuencias, pasando por el amor, la esperanza y la lucha por la supervivencia, en un mundo en el que seguir con vida es prolongar la agonía.

La alegoría resulta inevitable.

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