Ya han pasado tres años desde que, por primera vez, convocamos al tejido empresarial, instituciones públicas y privadas, y a la sociedad civil de Galicia para analizar la situación de la igualdad en nuestra comunidad autónoma y proponer líneas de acción y estrategias para favorecer su implantación, no sólo entre aquellas empresas a las que la ley marcaba un plazo para hacerlo, sino de forma voluntaria como ejercicio responsable para lograr un cambio que, además, tiene un innegable impacto social y económico.
Todo gran reto empieza con un primer paso. Lo importante es, al fin y al cabo, conocer el destino final, el objetivo. Y, por supuesto, ir bien acompañado en el camino, para que, al alcanzar aquello por lo que has estado esforzándote, tener con quién celebrar la victoria.
Pero, al hablar de igualdad, hemos de ser sinceros y comenzar hablando de privilegios, de cómo equiparar los buenos y desterrar los malos.
En pleno siglo XXI, aún tenemos mucho que avanzar para conseguir la igualdad entre hombres y mujeres. No hace tanto que en España no era legal que una mujer, mayor de edad y con derecho a voto, pudiera abrir una cuenta bancaria. O, retrocediendo algo más en el tiempo, que tuviera opciones de cursar estudios superiores, y es que, al suponer un esfuerzo económico importante para muchas familias, se reservaba para el hermano mayor o para los varones de la familia. Hasta que las mujeres condujeran era una rareza, siendo pocas las que tenían carné de conducir a principios de los 70.
Afortunadamente, los tiempos cambian. La Humanidad ha progresado en las últimas tres décadas más que en el resto de su existencia. Y con este arrollador desarrollo tecnológico y la innovación, los desafíos, los retos, han hecho progresar exponencialmente a las sociedades más modernas. Pero, desafortunadamente, no de forma igualitaria. Es la gran asignatura pendiente.
En el Foro Empresarial de Galicia por la Igualdad, por segunda vez, queremos sacudir conciencias para que se abra paso al Talento, tenga el género que tenga. Quizás hemos de romper el paradigma de que solo las mujeres tienen derecho a reclamar la igualdad de oportunidades en el ámbito laboral. Los hombres tenemos que participar de esa lucha.
Es una labor en la que hemos de ir codo con codo, porque el Talento, la capacidad de Trabajo y Sacrificio, la Creatividad, la Vocación de Servicio, la Lealtad, el Compromiso… son valores que trascienden a la persona, que son de todos y no son de nadie. A quien los tenga, lo engrandecen.
El gran reto es no sólo creérselo, no sólo pensarlo, sino actuar de esta manera. En el ámbito empresarial debemos ser responsables de escoger a los mejores para desarrollar todo su potencial y permitirle crecer como profesional y como persona.
Debemos pasar de los discursos y pasar a la acción. Demostrar nuestro compromiso con hechos que dejen huella y nos definan como agentes de cambio, por pequeño que parezca y con un único objetivo común: la igualdad de y para todos. Sin cuotas.
Debemos forjar alianzas. En la Confederación Empresarial de Pontevedra sabemos lo importante que es empujar todos juntos en la misma dirección.
Conseguir que TODO el talento, el 100% de las personas, tengan el protagonismo que se merecen, sin menospreciar para ensalzar, sin privilegiar y sin menoscabar. Alcanzar la igualdad no puede conllevar víctimas o héroes, vencedores ni vencidos.
En el ámbito de la Igualdad, el compromiso y la transparencia deben ser los pilares sobre los que construir un mundo más justo en el que tenga cabida cualquier persona con su conocimiento y sus aptitudes para aportar valor a la Sociedad, en todos los ámbitos posibles.
Desde la CEP, como empresarios y empresarias, y como organización empresarial, nuestra responsabilidad nos compromete a que esto sea así y se cumpla en nuestras empresas y asociaciones.
Os reto a que nos convirtamos en la primera provincia de Galicia con el mayor número de empresas referentes en igualdad. Asumiendo los retos que conlleva apostar por políticas internas que, como sabéis quienes ya las habéis implantado, dan como resultado inmediato el beneficio de tener a nuestra disponibilidad los recursos que aporta el 100% del talento, con todos sus beneficios.
La lucha por la Igualdad debe traspasar la normativa y convertirse en una realidad palpable, la de nuestro día a día, en la que se involucren tanto unas como otros. Es un trabajo de cooperación de empujar, como dije antes, todos en la misma dirección.
Como Presidente de la Confederación Empresarial de Pontevedra, pero sobre todo como persona, os animo a todos los que formáis parte del tejido empresarial de Pontevedra, del que sois el presente y el futuro, a que en vuestras PYMES sigáis este camino. Y todos y a cada uno de quienes leéis esto, a que empujéis, con nosotros, y luchemos por esta causa digna de ser luchada en unidad.
*Presidente de la CEP
