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Ignacio López-Chaves Castro opinador

A vueltas con el pago por el uso de las autovías

Quien hoy conduzca desde Vigo hacia Madrid por la autovía A-52 verá que en muchos tramos tendrá que circular con mucha precaución por el mal estado del firme y su falta de mantenimiento, algo que no esperas encontrar en una vía de alta capacidad que es fundamental para la conexión de nuestra ciudad y de Galicia, no solo con el resto de España sino también con Europa. He leído que ante una pregunta en el Congreso de los Diputados el Gobierno de España respondió a principios de 2021 que se estaba redactando un proyecto de rehabilitación de algún tramo, pero la realidad es que el estado de autovía cada día es peor. La otra vía de acceso a Galicia, la A-6, es hoy también un calvario por la conocida caída de un viaducto. Una buena comunicación de Galicia con la meseta parece que todavía es una asignatura pendiente.

Sabemos que el mantenimiento de las carreteras, salvo las autopistas de peaje, se debe de hacer con cargo a los tributos que todos pagamos. Pero desde hace algún tiempo existen voces que defienden que la solución a esta mala conservación sería cambiar el sistema y cobrar una tasa a quienes circulen por ellas, es decir, establecer un pago por uso de las autovías. Es cierto que las Directivas Europas proponen (no exigen) ese sistema para financiar el mantenimiento de las autovías y que, en algunos países de la UE, sobre todo en los países centrales de Europa, en los que existe un fuerte tráfico de camiones extranjeros, ya se ha implantado. Pero también es cierto que otros países no cobran esa tasa y tienen magnificas carreteras.

La elección del sistema de financiación del mantenimiento de las infraestructuras es una decisión política que adopta el Gobierno de España, pero cuando la toma debe de hacerlo de forma razonada, estudiando las posibles alternativas, ponderando su neutralidad competitiva, valorando que sea la que menos daño cause al mercado y que sea la más eficiente, y, además, deberá de tener en cuenta el impacto que esa medida tendrá en las comunidades autónomas que, como Galicia, son periféricas.

Por lo que aparece en la prensa, el Gobierno central ya ha tomado su decisión de cobrar por el uso de las autovías estatales y está dando los primeros pasos en esa dirección. Por este motivo, en el mes de junio, el Ministerio de Transportes encargó a una sociedad mercantil estatal, que está adscrita al propio Ministerio, un estudio de alternativas para el establecimiento de un nuevo sistema de financiación de la Red de Carreteras del Estado. Este estudio es la primera fase de un trabajo que concluirá, como señala el propio ministerio, con la licitación de la implantación del “nuevo sistema de cobro”. Este, además, fue un compromiso que asumió el Gobierno actual con la Comisión Europea y por ello lo incluyó en el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia que envió a Bruselas.

El siguiente paso que tendrá que dar será elegir entre las posibles alternativas de cobro cuál aplicará: o establecer un sistema de cobro por distancia recorrida o un sistema de viñeta en la que se paga una cantidad que autoriza a circular por las autovías durante un determinado periodo de tiempo.

"Para la Comisión Gallega de la Competencia sería mucho más correcto establecer un sistema de cobro por tiempo"

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La Comisión Gallega de la Competencia (CGC) hace unos meses señaló que la elección del primer sistema (cobro por el uso de autovías por tramo o distancia recorrida) podría causar un daño a los operadores económicos de Galicia que, en cambio, no sufrirán los que por su situación geográfica se encuentren en comunidades autónomas más próximas a los centros nacionales y europeos de consumo y alta renta, lo que conllevará una evidente distorsión entre esos operadores económicos, simplemente por razón de su situación geográfica. Que esa distorsión sea causada por una decisión tributaria del Estado es algo que no parece razonable.

Para la CGC sería mucho más correcto establecer un sistema de cobro por tiempo (viñeta), incluso con la adopción de medidas complementarias que gravasen de forma más intensa los costes externos de los tramos de las infraestructuras que estén más congestionadas, o donde la contaminación acústica y ambiental sea mayor. Las propias directivas europeas admiten esta posibilidad. Un sistema de cobro por distancia no garantizaría neutralidad competitiva y, en cambio, podría producir un efecto barrera para el mantenimiento o establecimiento de nuevas empresas en las comunidades autónomas periféricas lo que podría afectar a la competencia de los operadores económicos

En unos meses sabremos cómo tendremos que pagar por circular por las autovías del Estado, pero lo que hoy no es admisible es el estado actual de abandono en que se encuentran esas autovías.

En 1850 el geógrafo Francisco Mellado (bisabuelo del general Gutiérrez Mellado) afirmaba en su obra Recuerdos de mi viaje a Galicia que los caminos hacia Galicia eran “muy malos y difíciles, con el peligro de los salteadores”. Parece que, 170 años más tarde, en lo único que hemos mejorado es en la desaparición de los salteadores de caminos, ¿o no?

*Presidente de la Comisión Gallega de la Competencia

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