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Alberto González-Garcés Santiso

Llegada del hombre a la Luna: 21 de julio de 1969

El Programa Apolo fue desarrollado por los Estados Unidos, a iniciativa del presidente John F. Kennedy, en la década de los años sesenta del siglo pasado, con el objetivo de llevar astronautas americanos a la Luna antes de que lo consiguiera la Unión Soviética, que hasta aquellos momentos lideraba la carrera espacial.

La primera misión tripulada del Programa Apolo, que inicialmente se llamó AS-204, fue un terrible fracaso. El 27 de enero de 1967, en una de las pruebas previas al lanzamiento, se produjo un dramático incendio que costó la vida a los tres tripulantes, Virgil Grisson, Edward White y Roger Chaffee. A petición de sus familias, y en su homenaje, se cambió el nombre a esta misión, que conmocionó al mundo, pasando a llamarse Apolo 1. Así comenzó la serie de las 17 misiones con el nombre Apolo.

Las cinco siguientes misiones Apolo fueron no tripuladas. A partir del Apolo 7 volvieron a ser tripuladas. Las misiones 7 y 9 orbitaron alrededor de la Tierra. Las 8 y 10 orbitaron la Luna.

La Apolo 11 fue la primera misión que consiguió llevar personas a la Luna. Despegó del Centro espacial John F. Kennedy, Florida, el 16 de julio de 1969. Iba tripulado por Neil Armstrong, Edwin Aldrin y Michael Collins. Los dos primeros descendieron hasta nuestro satélite, mientras que Collins permaneció orbitándolo.

El módulo lunar se posó en la Luna con Armstrong y Aldrin a bordo y esperaron seis horas y media hasta abrir la portezuela para salir del módulo. Pasado ese tiempo, comenzó el descenso por la escalerilla el primero de ellos y a las 02:56 del lunes 21 de julio de 1969, hora UTC (Tiempo Internacional Coordinado), Neil Armstrong posó su pie en la Luna.

En España eran las 03:56 de la madrugada del 21 de julio. Para TVE lo narró desde el Centro Espacial de Houston el periodista Jesús Hermida que, según TVE, “tuvo que hacer un gran esfuerzo por dar luz a las imágenes que entonces apenas se podían ver con nitidez”.

Según el horario de Nueva York eran las 21:56 del domingo día 20 de julio. Es decir, se hizo coincidir la llegada de Armstrong a la Luna con un día festivo, un domingo, en horario de altísima audiencia televisiva tanto en el este como en el oeste de los Estados Unidos. La elección del día y la hora no fueron banales.

Poco después también bajó Aldrin quien, según dicen todas las crónicas, tuvo mucho cuidado de que no se cerrara la portezuela del módulo ya que no tenía un sistema de apertura desde el exterior.

Yo, como muchas otras personas, me quedé charlando con unos amigos con la intención de ver el alunizaje de Armstrong en directo por la televisión. Pero las imágenes eran de muy mala calidad.

“One small step for a man, one giant leap for man-kind” (‘Un pequeño paso para un hombre, pero un gran salto para la humanidad’), fueron las palabras de Armstrong cuando pisó la Luna, que con las interferencias creo que nadie llegó a entender del todo cuando las pronunció, pero que todos los medios de comunicación publicaron en grandes titulares inmediatamente.

Incluso hubo un debate en los medios estadounidenses. Por el mal sonido, y por la pronunciación de Neil Armstrong, muchos medios habían entendido “One small step for man, one giant leap for man-kind”, es decir, sin la “a” entre “for” y “man”, quedando la traducción en: ‘Un pequeño paso para el hombre, pero un gran salto para la humanidad’.

Armstrong siempre confirmó que había dicho la “a” de “a man”, “un hombre”.

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