Faro de Vigo

Faro de Vigo

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Luis M. Alonso.

sol y sombra

Luis M. Alonso

Incendios y cancelaciones

Arde de todo. La fiscal general del Estado, Dolores Delgado, ha renunciado a su cargo por motivos de salud. Llevaba unas semanas de baja y su razón ha resultado ser más convincente para los fiscales que el embarazo de Adriana Lastra para las feministas, siendo ambas excusas a medias, ya que existen en los dos casos otros móviles suficientes para alejarse o simplemente ser alejadas. En Delgado, los sucesivos escándalos al frente de la institución desde que fuera designada; y en Lastra, la debacle del PSOE en las elecciones andaluzas y el enfrentamiento que mantenía dentro del partido con el secretario de Organización.

“Elegida del modo en que lo fue, a Dolores Delgado no se le puede acusar de incoherencia”

decoration

Elegida del modo en que lo fue, a Dolores Delgado de lo único que no se le puede acusar es de incoherencia. En sus nombramientos primó discrecionalmente y en todo momento, desde su puesto al frente del Ministerio Fiscal, la afinidad ideológica, la afiliación y la amistad por encima del mérito. Se vio envuelta también en la salida irregular del exfiscal del ‘caso Villarejo’, en el que está personado el bufete de su pareja Baltasar Garzón, y suspendió, en medio de fuertes críticas, la comisión ética de los fiscales. Independientemente de su estado de salud, no se puede decir que no existieran razones para su cancelación.

Otro tanto sucede con la dimisión de Adriana Lastra, que deja libre el camino en el PSOE para hacer los cambios que el partido, al parecer, requiere. Los socialistas asturianos no han tardado en arropar a la hasta hace nada número dos coincidiendo en que la renuncia es la prueba de su lealtad. ¿Pero no quedamos en que se debía al embarazo de alto riesgo? ¿Cuál es esta vez la lealtad? Digamos que la principal causa de la cancelación de Lastra son las tensiones internas, las luchas por el poder y el gran fracaso de la campaña electoral andaluza que ella misma dirigió. A todo ello, el posado de Sánchez, utilizando los incendios de ‘photocall’, resulta de lo más expresivo.

Compartir el artículo

stats