Opinión
La difícil memoria
La memoria democrática es en España muy frágil, e intentar recuperar su pasado corre el grave riesgo de idealizarlo faltando a la verdad. Tras más de un siglo de parlamentarismo dinástico cuajado de interrupciones, la II República fue sobre el papel un gran proyecto, con realizaciones magníficas el primer bienio, pero un grave vicio de nacimiento: entre las fuerzas sociales que la apoyaron una parte esperaba transcenderla en cuanto pudiera, otra ni siquiera se comprometía con su voto y solo una admirable minoría aspiraba a consolidar un modelo que con ojos de hoy veríamos democrático. En cuanto al franquismo, que acabó con ella, fue una reacción desmedida, brutal y animada por una voluntad redencional que trató de extirpar quirúrgicamente cualquier idea de libertad de la conciencia de los españoles. Nuestra memoria democrática es, así, un ente de razón, más que una memoria recordada.
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