Opinión
Las giras por el Lérez, el agasajo más preciado
Los pontevedreses honraban con la belleza y el paisaje del río a sus visitantes más ilustres desde finales del siglo XIX

Camilo José Cela con barba (Rafael Landín a su lado) fue homenajeado con una gira por el Lérez en 1957 tras su ingreso en la RAE. / FOTO: Archivo Landín
“Los pontevedreses aprovechamos todas las ocasiones para llevar embarcados al Lérez a los hombres eminentes en la política, en las letras y en las artes que desfilaban por el país. Allí han estado reyes, estadistas, poetas…”

Las giras por el Lérez, el agasajo más preciado / por RAFAEL LÓPEZ TORRE
Así contó Prudencio Landín Tobío la significación que tuvo durante mucho tiempo una gira por el río Lérez cuando resultaba un paraje singular de aguas cristalinas y bellezas incomparables, principalmente entre el último tercio del siglo XIX y el primer tercio del siglo XX. El gran cronista certificó que “los varones más serenos y firmes se sentían rendidos por la emoción”.
La gira por el Lérez como el homenaje más grande de esta ciudad a sus visitantes más distinguidos, adquirió carta de naturaleza con la llamada Sociedad de Juegos Florales. El congreso gallego, la velada literaria y la gira por el Lérez, integraron su programación habitual desde la singular década de 1880.
Algunos agasajados entonces, como el literato José Echegaray o el político José Canalejas, se convirtieron en los mejores propagandistas del evento marítimo pontevedrés en la Villa y Corte. Contaban y no paraban sus turbaciones y sus excelencias entre amigos y tertulianos. Esa circunstancia contribuyó mucho a forjar una verdadera leyenda.
Lo más curioso de este suceso era que, además de acompañar a los homenajeados en sus paseos río arriba, los pontevedreses también gozaban ellos mismos de aquella genuina efeméride por derecho propio. O sea, disfrutar del Lérez al menos una vez al año, sin tener que esperar a la venida de ningún personaje celebre y preclaro. Así, la velada marítima en horario nocturno desde el puente del Burgo hasta Monteporreiro, incluso tuvo su día señalado en el programa de Fiestas de la Peregrina desde 1886.
Embarcaciones engalanadas transportando bandas de música, orquestas, corales y grupos de gaitas. Grandes mecheros, farolillos, candelabros y arañas. Quema de cohetes de colores y fuegos artificiales…Todas esas cosas compusieron aquella noche sobre el Lérez una estampa magnífica. Luego su programación festiva resultó intermitente hasta la Guerra Civil
Dejando a un lado las giras insuperablemente contadas por don Prudencio en su viejo carnet, hubo otras menos conocidas de protagonistas dispares, de gran relieve y, por tanto, merecedores del delicado reconocimiento pontevedrés.
El compostelano José Rodríguez Carracido, el primer catedrático de Bioquímica que tuvo España, a la sazón rector de la Universidad de Madrid, disfrutó mucho de las limpias aguas del Lérez por cuenta de sus amigos. Otro tanto podría decirse del rector de la Universidad de Barcelona, Manuel Durán y Bas, que estuvo acompañado de José Casares Gil, profesor de la Facultad de Farmacia. Y también del doctor asturiano Rafael Calzada Fernández, acompañado de su esposa, recién llegado de la Argentina donde gozó de un enorme prestigio. Invitado por Prudencio Otero, el ilustre galeno un día paseó por el río y otro gozó de un banquete en su honor, servido en el Liceo Casino.
El mismísimo marqués de Riestra honró con aquel recorrido marítimo a sus invitados especiales. Eso ocurrió, por ejemplo, en 1907 con los capitalistas vascos Urquijo, Chávarri y Gandarias, de reconocidas estirpes familiares, que hicieron aquí un alto en su viaje de recreo a bordo de un flamante yate.
Don José Riestra López compartió al año siguiente una travesía en “lancha automóvil” Lérez arriba con sus buenos amigos Augusto González Besada y Mein cuando estaba al frente del Ministerio de Fomento, y Eduardo Cobian Roffignac, considerado entonces el abogado personal del Rey.
Al reseñar aquella gira, un cronista local habló de “los tres apóstoles de la felicidad gallega”, dada su reconocida y envidiada influencia política. El fotógrafo Joaquín Pintos estuvo al acecho y plasmó y plasmó la ocasión con su cámara, tanto al desembarcar en Monteporreiro, como al subirse en un automóvil para realizar el viaje de vuelta a la capital por carretera.
Treinta años después de la visita reseñada aparte de los Reyes don Alfonso y doña Mª Cristina, hubo otra gira real protagonizada por Isabel de Borbón. Durante una estancia veraniega en el Gran Hotel de A Toxa, la infanta dedicó una jornada completa a visitar Pontevedra.
Después de acudir al Ayuntamiento y la Diputación, y seguir con agrado una exhibición de los Exploradores, doña Isabel almorzó en A Caeira con los marqueses de Riestra y otros ilustres invitados. Pero a las cuatro y media en punto, ella y sus acompañantes, se subieron a una barcaza del cañonero Dorado en el muelle de As Corbaceiras para cumplir el rito de la gira por el Lérez.
Un buen número de pequeñas embarcaciones escoltaron a La Chata, que hizo honor a su apodo popular, derrochando campechanía. En Monteporreiro visitó la fábrica de aguas Lérez en compañía de Estanislao Durán, yerno de Casimiro Gómez, y luego realizó la travesía inversa río abajo. “¡Esto es único!”, fue el comentario atribuido aquella tarde a doña Isabel.
Los integrantes de los equipos de waterpolo Marítimo de Vigo, y Gimnástica de Pontevedra, junto a muchos aficionados, compartieron la última gira sonada por el Lérez antes de la Guerra Civil tras disputar un partido en As Corbaceiras. Entonces esta costumbre ya había decaído bastante. Lo de menos aquel domingo de julio de 1932 fue el resultado, 5-1 a favor del equipo local, con la ayuda del árbitro. Lo mejor fue la camaradería reinante que presidió la navegación, el baño y la comida campestre.
Solo en ocasiones muy contadas se repitió luego aquella forma tan pontevedresa de honrar a sus visitantes distinguidos. Probablemente, la gira por el Lérez de Camilo José Cela en 1957 fue la última con tal connotación.
Si acaso también habría que reseñar la excursión marítima organizada la festividad de San Benito de 1963 por el alcalde Filgueira Valverde en honor a los participantes en el Festival de la Canción Gallega y la Semana de Arte Sacro. Hubo merienda campestre animada de cánticos gallegos por el Coro del Instituto.
A la fecha del 12 de julio quedaron casi reducidas desde entonces las giras por el Lérez, ya desprovistas de su significado original.
Alfonso XII y Mª Cristina
El Rey Alfonso XII y la Reina Mª Cristina de Habsburgo-Lorena figuraron en su día en la nómina especial de augustos visitantes del Lérez, durante su estancia en Galicia a finales de agosto de 1884. En realidad, quien disfrutó de verdad del bellísimo paisaje río arriba fue el monarca, bien acompañado por numerosas embarcaciones que siguieron su estela con respeto y curiosidad. Dado lo acontecido al día siguiente, la prensa de la época supuso que tras reunirse los monarcas al anochecer en el buque insignia de la escuadra real, don Alfonso contó a doña Mª Cristina la gratísima impresión de su gira por el Lérez, hasta el punto de recomendarle una visita al pintoresco lugar antes de partir rumbo a Ferrol. Y eso hizo, o al menos trató de hacer, la Reina. Sin ningún aviso previo, doña Cristina llegó a media tarde en una lancha de vapor hasta el puente de madera de As Corbaceiras (A Barca no estaba en proyecto aún). La noticia de su inopinada presencia corrió de boca en boca por toda la ciudad, y cuando los prácticos del puente identificaron su barcaza explicaron a la Reina la imposibilidad de continuar su navegación por el Lérez hasta más tarde por falta de caudal. La marea aún estaba baja. Y como no podía esperar, ordenó el regreso a puerto sin cumplir su anhelado objetivo.
Luca de Tena, pro Colón
Torcuato Luca de Tena inició en el mes de julio de 1926 su entusiasta campaña periodística en favor de la nacionalidad española de Cristóbal Colón. Sus artículos tuvieron gran repercusión en Pontevedra, y por esa razón, la corporación municipal aprobó un voto de gracias para el ilustre periodista. Unos días después, el ABC convocó su famoso concurso internacional para desentrañar la nacionalidad del insigne navegante, con un premio de 50.000 pesetas, una millonada de la época. Don Torcuato estuvo en Galicia, a caballo entre A Poboa, Mondariz y A Toxa, acompañado por su hijo Juan Ignacio, y recibió todo el calor de amigos y admiradores. Aunque anduvo de un lado para otro, los pontevedreses consiguieron acapararlo durante unas horas; el tiempo suficiente para agasajarlo con su mayor distinción: la gira por el Lérez. Acompañantes privilegiados de Luca de Tena y su hijo en aquel paseo marítimo fueron el barítono Víctor Mercadillo; el abogado y periodista Prudencio Landín, y el gerente del Gran Hotel de A Toxa, Rafael Sáenz Diez. Entre tantos saraos en su honor, la gira pasó bastante desapercibida en la prensa de la época, pero dejó un grato recuerdo a don Torcuato.
El nuevo académico Cela
Camilo José Cela eligió su Galicia natal como primer destino tras su ingreso a bombo y platillo en la Real Academia Española a finales de mayo de 1957. El flamante académico fue recibido como una auténtica celebridad e impartió eruditas conferencias por doquier, por supuesto que muy bien pagadas por unos anfitriones satisfechos. Vigo fue su cuartel general durante aquella estancia y se desplazó el 5 de junio a Pontevedra con una agenda repleta de compromisos que cumplió caballerosamente. Álvarez Villar, Carlos Caba, Filgueira Valverde, Agustín Portela, Casado Nieto, Rafael Landín y Antonio Hereder, formaron el grupo restringido que compartió mesa y mantel con Cela. La sobremesa no se prolongó mucho, dado que el académico fue homenajeado por sus acompañantes con una gira por el Lérez como cumplida muestra de admiración, todos ellos trajeados y encorbatados porque no hubo tiempo para cambiar de vestuario. A la vuelta del paseo marítimo y hacer un alto en el Museo, Cela pronunció su anunciada conferencia en el Mercantil que presidía Hereder, bajo el sugestivo título de “Tres facetas del alma gallega: morriña, saudade y añoranza”. La disertación fue muy aplaudida.
Suscríbete para seguir leyendo
- Solo tres concellos de Galicia están «libres» de radón
- Olvídate de Samil: esta es la playa con el agua más caliente de Galicia (y está casi vacía)
- Jennifer Lopez se marcha de Galicia tan diva como llegó
- Un vecino de Madrid alertó a la Policía de Vigo sobre la expulsión de los israelíes de un local por un «posible delito de odio»
- El pueblo costero en el corazón de Costa da Morte que pocos conocen: un santuario sobre el mar y una cascada preciosa
- Un empresario de Santiago detenido por pertenecer a una organización criminal que defraudó 69 millones de euros con bebidas alcohólicas
- JLo deja una entrada por debajo de lo esperado con 13.500 almas
- Un hostelero de Vigo expulsa a unos israelíes de su restaurante: «En mi bolsillo no puede entrar dinero pagado por ellos»