Desde poco después del comienzo de la guerra se mantiene en este billete que el mal menor esperable es un alto al fuego que lleve a un armisticio, la partición de hecho de Ucrania y un nuevo pacto de seguridad entre bloques. Ahora bien, no debería echarse mano a razones para ver esta solución como justa, a fin de justificarla. Es injusta de la cruz a la fecha pero viene obligada por el bien mayor de evitar una tercera guerra mundial. Importa mucho no dejarnos contaminar y corromper por el falaz argumentario ruso, en el que se deja fuera la cuestión principal: que Rusia es hoy de facto una dictadura, que en el resto de Europa, incluida Ucrania, reina la democracia, que a Ucrania la apoyan todas las democracias reales del mundo y que a Rusia no la apoya ninguna. Por tanto esa es la línea del frente y (siento decirlo) el que no la vea no tiene muy claro el valor de la democracia.