Entendemos perfectamente que, con las ganas que tenemos los marinenses de disfrutar del “manoseado” auditorio, después de haber fracasado el proyecto del “Parque Eguren”, en el que ya lo veíamos realizado, no se hubiera estudiado más detenidamente su definitivo emplazamiento, sus pros y sus contras, ubicándolo próximo a la Plaza de España, frente a la Alameda “Rosalía de Castro”, detrás de la parada de autobuses, pegado al cierre portuario. En varias ocasiones ya expresamos nuestro parecer, en el sentido de que si queremos planificar el Marín del futuro –que ya es presente, aunque muchos no lo quieran ver–, debería ubicarse en la zona de Viñas Blancas, con objeto de descongestionar el centro de la plaza de España-Alameda-Paseo Alcalde Blanco, porque otro Marín es posible, y este debe crecer hacia esa zona, la más soleada y con magníficas vistas, para enlazar con la carrera de circunvalación, por Bravos. Ahí está nuestro futuro. Y si como defienden algunos, el actual PXOU no lo permite, urge modificarlo para planificar adecuadamente, cien años después, la necesaria e ineludible segunda expansión de nuestra villa.

También expusimos nuestro punto de vista, al decidir la corporación su construcción frente a la alameda, que era necesario negociar con el Puerto el retranqueo de la valla del cierre a una línea que fuera desde la actual entrada, en dirección a Nodosa, siguiendo la línea de la pared trasera de la antigua oficina de Nogar y la de los galpones, trasladando aquí la nueva puerta de entrada, aprovechando la rotonda que construyó el puerto, para cerrar la actual, y así liberar un terreno importante con la servidumbre actual de la entrada. Pero, a lo que parece, a pesar de las discrepancias de parte de la corporación sobre la idoneidad de su ubicación, que sepamos, nadie propuso nada.

Y precisamente, estos días, acaba de fallar el Tribunal Supremo la legalidad de todos los terrenos ganados al mar por y para la ampliación del puerto de Marín. Magnífica noticia que tenía a muchas empresas en vilo. Por lo que parece el momento adecuado para tratar urgentemente las negociaciones para la cesión de esos terrenos y el retranqueo del cierre, necesarios e imprescindibles para el desarrollo de nuestra villa, que entendemos es posible y que permitirá construir el deseado Auditorio y realizar los proyectos previstos para enlazar la Alameda con el Paseo Marítimo, y adecentar toda la zona desde la Plaza de España, incluso con ese proyecto de piscina natural. Por eso, en nuestra opinión, es importantísima y decisiva, la gestión de las cesiones para conseguir un espacio digno para el auditorio y otros usos, para disfrute y expansión de todos los marinenses. No sé si llegaremos a tiempo, pero contando con la buena disposición de las partes tenemos que intentarlo, porque luego sería tarde y ya no tendría remedio. Y como dice el refrán: más vale prevenir que lamentar, porque entonces ya no serviría de nada.