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Miradas al patrimonio de Ourense: A Veiga (y 2)

El número grande de parroquias hace necesario una segunda atención insistiendo en que todos los pueblos conservan casas de interés de buena cantería y el paisaje es sumamente atractivo para visitar y recorrer, como subir al Pico Maluro o hacer la ruta de las lagunas glaciares. También se puede recorrer el embalse de Prada en catamarán. O en las noches contemplar los cielos estrellados, reconocidos como uno de los 14 mejores cielos del mundo.

Patrimonio artístico

Meda (Santa María). Del siglo XIX es la iglesia de Meda, de una sola nave de planta rectangular y presbiterio más elevado. Portada de arco de medio punto sobre impostas. Espadaña de dos cuerpos, remate de pirámides de bolas. Retablo mayor del siglo XVII avanzado. Imágenes barrocas de distinta calidad.

Meixide (Santa María) De nuevo la iglesia es el monumento más importante y responde á tipología tantas veces repetida en el entorno. Obra del siglo XVIII-XIX.

Ponte, A (Santa María Magdalena). Sobre el esquema tipo de iglesia, la de A Ponte enriquece la fachada. El retablo mayor barroco salomónico, obra de interés. En el pueblo llaman la atención varias casas con sillares que llevan grabados o en relieve figuras de animales y humanas cabalgando, sin saberse su significado y cronología, probablemente prehistórica.

Prada (San Andrés). La parroquial de perpiaño bien concertado de gruesos muros. Torre de planta cuadrada con remate de tambor ochavado y cúpula. La nave dividida en tramos por pilastras. La capilla mayor soluciona la cubrición con cúpula perfecta, semiesférica sobre pechinas. El conjunto resulta de interés dentro del barroco de la comarca. El retablo mayor de finales del siglo XVIII o principios del XIX. En un lugar ciertamente atractivo, en medio de una frondosa fraga de castiñeiros y carballos está el santuario del Cristo de la Ascensión, sin duda uno de los más importantes edificios de esta parte de la provincia. Los orígenes son oscuros, comenzaría siendo una pequeña capilla. La construcción del gran santuario actual es de los años finales del siglo XVIII. Desde 1798 a 1816 se van edificando la capilla mayor, la nave y finalmente la hermosa torre que será obra de Juan Antonio Barros. Es probable que el conjunto haya sido trazado por algún arquitecto de prestigio que no nos es conocido. Ejemplar de clara arquitectura y buena muestra de arquitectura barroca hacia el neoclasicismo. Retablo neoclásico con la escena de la Ascensión de Cristo, de avanzado el siglo XVIII. En torno del santuario, construcciones de tipo popular a modo de alpendres para acoger a los romeros y los servicios del santuario especialmente el día de la fiesta.

Prado (San Estevo). La iglesia tiene como novedad respecto a tantas que van reseñadas que no tiene la portada a los pies sino en el muro sur, que presenta voladizo apeado en muro y columnas. Su cronología el siglo XVIII.

Pradolongo (San Pedro). Iglesia de perpiaño y de similar traza a tantas del concello. Portada adintelada entre pilastras y tiene frontón de corte clásico. Es obra del siglo XVIII.

Requeixo (San Andrés). La iglesia parroquial repite los mismos presupuestos arquitectónicos básicos de otras con espadaña de dos arcos. Denota maestro conocedor de obras cultas. Retablo mayor del siglo XIX, dentro de la estética neoclásica, preside la imagen del patrón obra do siglo XVIII. Al lado de la iglesia hay una capilla dedicada a Nuestra Señora. La imagen que se venera es una Inmaculada grande del siglo XVIII que copia los modelos de Gregorio Fernández. También existe una casona con pretensiones de pazo, muros de perpiaño y mampostería, huecos adintelados, dos pisos y puerta de medio punto. Obra del siglo XVIII muy alterada por reformas inoportunas. Un pequeño Museo do Liño da Palleira do Xardín, de interés etnografico.

Riomao (Santo Tomás). El pequeño pueblo de Riomao, casi despoblado tiene una capilla que sigue los esquemas de la arquitectura popular tantas veces descrita.

San Lourenzo (San Lourenzo). Muros de perpiaño y planta rectangular, cubrición de madera. En la fachada puerta adintelada con molduras. Espadaña de dos arcos, que remata en triángulo Siglo XVIII de estilo barroco. Retablos barrocos.

Santa Cristiña (Santo Tirso). Santa Cristina es un pequeño pueblo con pocos habitantes. La edificación más notable es la iglesia, obra del siglo XVIII, con espadaña de dos huecos. Lateralmente cabildo sostenido por columnas con capiteles de zapata, la puerta lateral adintelada con moldura barroca. El interior de una sola nave con bóveda de cañón en la capilla mayor y de madera a dos aguas en la nave. Retablo mayor clasicista del siglo XVII, Interesante pero muy deteriorado. Resulta curiosa la imagen del titular Santo Tirso. En el retablo es barroca la imagen de Santa Cristina. En la nave existen dos retablitos, uno de ellos dedicado a La Virgen del Rosario que se presenta vestida, pero es una preciosa talla en madera policromada de comienzos del siglo XVII. Otra imagen digna de reseñarse es la de San Antonio de Padua del siglo XVII. Otro retablo está dedicado a San Gregorio.

Seoane (San Juan). El caserío de Seoane se sitúa en una pendiente de la montaña que domina el valle de Xares, en un extremo la iglesia de tres naves con cubierta de madera. Espadaña de dos cuerpos y remate en frontón semicircular con orificio central. En el muro sur, cabildo y puerta enmarcada en baquetón. Es construcción de los siglos XVII y XVIII. Destaca el gran retablo mayor clasicista del siglo XVII, de interés dentro del arte de la comarca. En un retablito salomónico lateral se venera un Santo Cristo, talla efectista barroca.

Valdín (Santa María). Destaca en medio del caserío de Valdín, la iglesia con torre de planta cuadrada, con cuatro arcos y rematada en cúpula semiesférica. Como la iglesia es obra barroca. Interiormente, bóveda de cañón. Lo más destacado de Valdín es el retablo mayor, con tableros de pintura de hacia 1600, atribuidas al pintor astorgano Jerónimo de Salazar. El conjunto es de interés, pero muy necesitado de restauración. Conserva Valdín otros retablos con algunas imágenes valiosas entre ellas un Santo Cristo, que parece del siglo XVIII, mientras el retablo es un poco posterior, pero bueno. El retablo de la Virgen es barroco clasicista del siglo XVII. La imagen de la Virgen es gótica del siglo XIV, San Antonio de Padua barroco del XVIII y San Sebastián popular. Otros dos retablos son neoclásicos del siglo XIX. La imagen de San Miguel barroca del siglo XVIII. Hay una capilla muy rústica con puerta adintelada y espadaña de un hueco.

A Veiga. (Santa María) La antigua iglesia da Veiga quedó sumergida en el pantano. La actual, del año 1960. La imagen de la Virgen-Niña es talla, pero de talleres industriales, quedó sin construir la torre. Como capital del municipio, tiene algunas casas de buena presencia. Cruceiro curioso trasladado de la plaza del Concello a zona recreativa.

Vilaboa (Santa Lucía). Los muros de la iglesia son de grandes perpiaños. Planta rectangular y presbiterio más elevado. La puerta principal da fachada adintelada, remate en pirámides de bolas. Espadaña de dos huecos. Obra del siglo XVIII.

Vilanova (San Pedro). Iglesia de perpiaño de planta rectangular con presbiterio más destacado en proporciones. Fachada con puerta de medio punto sobre dovelas, espadaña de dos cuerpos rematada en ángulo, dentro toda la construcción de la tipología del entorno, del siglo XVIII. Conserva la parroquia alguna casa etnográficamente interesante con balaustrada de madera.

Xares (Santa María). Iglesia con hermosa y labrada fachada con un escudo nobiliar. Ejemplar típico de iglesia barroca de planta de cruz latina, en el crucero cúpula semiesférica con linterna Gran espadaña de dos cuerpos. La imagen de Santa María sedente es copia moderna de una Virgen gótica. Del siglo XIX, y provenientes de la capilla del Seminario de Astorga, son dos confesionarios empotrados, con hermosos calados. Cruz procesional de plata e importante obra do siglo XVII, de estilo clasicista. Una mala lectura de una inscripción ha llevado a fechar en el siglo XII la iglesia.

Patrimonio etnográfico

Abundantísimas y algunas de mucho interés las muestras de arquitectura popular, molinos, eiras, pontes… abandonadas las más. Entre las más cuidadas e interesantes están el Tear da Ermida en Vilaboa. La Forja comunal de Corzos y el Muíño dos Carballos. En Espiño, o Forno do Pobo, en Requeixo la palleira do Xardín. En Meixiodo, el Tear da Camila, En Hedreira, el molino y puente das Lastras y en Xares, el molino de Benigno. En la época estival, con los pueblos más llenos de gente, hace que se hayan concentrado en esos meses la casi totalidad de las fiestas religiosas y populares, de tal modo que prácticamente todo el mes de agosto es una fiesta. Tiene éxito la Feria de Caza y naturaleza “Trevenatio”.

En toda la comarca, también se celebran en enero la cabalgata de Reyes, en febrero el Antroido con los tradicionales folións, carrozas todo envuelto en harina. Desde hace unos años, en Lamalonga el viernes santo se celebra el “Vía Crucis da Serra” con 14,2 kilómetros de recorrido y mucho público, las 14 estaciones talladas en granito por Pepe do Barrio. El día de Corpus se hacen alfombras florales en A Veiga. Y en el otoño, los magostos populares tienen mucho éxito, no en vano es zona de buenas castañas. En la capital municipal se mantienen tres ferias los días 9, 17 e 29. (Cuando coincide en domingo, se traslada al lunes). Las devociones se concentran en santuarios como el del Cristo de la Ascensión de Prada que atrajo siempre muchos devotos.

Las fabas lobas son un producto autóctono valorado y comercializado. Al igual que la exquisita miel de la zona. Una buena oferta hostelera y de cuidadas casas de turismo rural suman atractivo a esta zona apartada, pero sugestiva. Naturaleza y arte hermanados como un verdadero privilegio.

(*) Director del archivo diocesano

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