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Abel Losada

El nacionalismo apoyando a Feijóo contra Vigo

La indignidad del nacionalismo gallego es capaz de titubear a la hora de condenar la invasión de Ucrania por parte de Rusia, y apelar incomprensiblemente a la disolución de la OTAN. El BNG se ha negado a firmar en el Parlamento de Galicia un acuerdo para condenar esa invasión, este inexplicable proceso de blanqueamiento y equidistancia ha sido percibido por la mayor parte de la población.

Esta estrategia de blanqueamiento y equidistancia entre Vigo y la Xunta es expresada por los portavoces “no oficiales” del nacionalismo cada vez que tienen ocasión. Blanquear el maltrato objetivo de Feijóo y su gobierno a Vigo desde 2009 parece ser un objetivo político, inexplicable para la mayoría de los ciudadanos. Así se entienden los 20 concejales del gobierno de Abel Caballero y el único concejal del BNG… que por este camino auguro que serán menos en las municipales de 2023.

En el fondo lo que ocurre es que el nacionalismo gallego comparte la posición de Feijóo, una Galicia simbólica en la que únicamente la capital, que cree que la acerca a esa nación “imaginada”, parece tener cabida. Es precisamente la falta histórica de apoyo a esta ciudad por parte de la derecha y el nacionalismo lo que ha hecho tan difícil la defensa de nuestra posición en Galicia.

Leer como alguien presuntamente progresista califica de “polémico” el sistema de construcción del Hospital Álvaro Cunqueiro, cuando es un sistema que cuadruplica el coste y nos deja 30 años en manos de un fondo de inversiones extranjero, a mí me abochorna. No es polémico, es un robo en toda regla. ¿Qué habrían dicho los nacionalistas si este sistema se utilizase en la construcción del Hospital Clínico de Santiago? Todos nos lo podemos imaginar.

Además de recordar los servicios metropolitanos ¿Por qué no se habla del recurso de la Xunta que paralizó la constitución del Área Metropolitana? ¿Por qué no se pide que lo retire? Ya está bien de llamar “localismo” o “mercadotecnia política” a la legítima defensa de los intereses de nuestra ciudad.

Si el nacionalismo gallego piensa que su “amplio espectro” de hacerse fotos con el PNV y EH-Bildu, con ERC y JxCat les va a servir para ocultar la evidencia de que en Vigo comparten estrategia con el Partido Popular y Feijóo, se equivoca. Los ciudadanos hablan cada cuatro años, y van a hablar en 2023.

Concejal de Cultura y Empleo

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