Faro de Vigo

Faro de Vigo

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Fernando Granda

Masacrarlos para salvarlos

Masacrarlos para salvarlos. Eso es lo que está haciendo Vladimir Putin para “salvar” a los ucranianos, para “desmilitarizar y desnazificar Ucrania”. Así es el nuevo sistema empleado por el presidente ruso para liberarlos de los tiranos que gobiernan en Kiev, se les mata y así se libran de los militares nazis que les amargan la vida a los 45 millones de ucranianos. Se les bombardea, se destruyen sus casas, sus puentes, sus hospitales, sus edificios públicos y así se les libera de la opresión.

Se bombardean y destruyen sus maternidades, sus hospitales infantiles, como el de Mariúpol, así no nacen más niños que puedan “nazificarse” y crecer con un pensamiento antirruso. Al mismo tiempo se inculca el horror en la juventud que pueda pensar en tener hijos.

Es un método ya empleado en la interminable contienda de Siria, en la de Yemen, donde lanzar bombas sobre hospitales se repite con frecuencia. Así el método de Putin, como ya demostró en Alepo cuando el gobernante sirio le pidió ayuda para acabar con la resistencia en la segunda ciudad del país.

Además, se ataca con nocturnidad a las centrales nucleares y se miente al abrir falsos corredores humanitarios. Sin faltar la tendenciosa propaganda audiovisual (las bombas que destruyen barrios y ciudades son de fabricación americana) para las zonas donde aún tienen luz, agua o combustibles para calentar hogares y refugios. Pero el ocupante del Kremlin se olvidó que las comunicaciones de hoy logran que los ucranianos se enteren de la verdadera tragedia, la masacre perpetrada por esos halcones que contemplan cómo mueren las personas a miles de kilómetros de sus despachos.

Compartir el artículo

stats