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De nuevo sobre el camino portugués de la costa

Afirmar que el recorrido del Camino Portugués de la Costa discurre por la misma es una evidente perogrullada, pero querer defender que su trazado desde Caminha transcurre por el interior siguiendo en paralelo al río Miño hasta Valença, es una evidente incongruencia, y ello aunque así lo diga un decreto de Portugal. Un camino así no sería el de la Costa, sino que sería el de la Ribera del Miño.

A nosotros, los Amigos de Los Pazos, nos llena de alegría que cada día pasen más peregrinos por Tui pues no conviene olvidar que fuimos, a principios de los años 80, los pioneros en la recuperación del Camino Portugués Interior que estaba totalmente abandonado ya que hacía más de 70 años que no pasaba un peregrino por ese Camino. Con ese objetivo organizamos en Tui el I Encuentro Internacional sobre los Caminos Portugueses y, ese mismo año, hicimos a pie, en una peregrinación formada por portugueses, franceses y españoles, su recorrido desde Braga a Santiago. Los frutos actuales son el resultado de aquella siembra que continuaron otras asociaciones de Amigos do Camiño, como la de Valença y la de Pontevedra.

Las palabras sin pruebas son propias de charlatanes y máxime sin van contra la historia. En este punto conviene recordar que del Camino Portugués de la Costa, que entra en Galicia por A Guarda, el archivo del Obispado de Tui acredita que ya en 1540 mantenía la llamada barca “do Corpo Santo” que se utilizaba para trasladar a los peregrinos desde Caminha a A Guarda, y que desde el siglo XVIII ya existían hospitales de pobres y peregrinos en A Guarda, Oia, Baiona y Vigo. Por otra parte, los investigadores portugueses reconocen que en su país hay tres caminos troncales o fundamentales: el de Tras Os Montes, el Interior que entra por Tui y el de la Costa que entra por A Guarda y así lo reflejan en sus planos. A los autores que ya cité en mi anterior artículo sobre este Camino publicado hace unas fechas en el Faro de Vigo, he de añadir ahora el Libro del Camino Portugués a Santiago del Conde d`Aurora, escrito en los años 60 y premiado en Pontevedra.

Desconozco el contenido exacto del decreto portugués que se cita y quien lo ha dictado, pero, con el debido respeto, me parece que debería de seguir un camino similar al de ese otro decreto aprobado por el Consejo de ministros en España que imponía el uso de mascarillas en el exterior, el cual, a los pocos días era anulado por otro posterior, ya que rectificar no es solo de sabios sino también obligación de quien se equivoca.

En el mundo jacobeo se dice que el Camino de Santiago se inicia en la casa del peregrino que después elige el que más le atrae, decisión libre que no puede modificar ningún decreto ni la imposición de cualquier autoridad.

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