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Belén Rubio

¿Quien será la próxima Marie Curie?

¿Sabías qué…

…menos del 30% de investigadores científicos en el mundo son mujeres?

…sólo a un 6% de mujeres le fue otorgado un premio Nobel en los 119 años de su trayectoria?

…sólo un 15% de los miembros de la Real Academia Gallega de Ciencias son mujeres?

…sólo un 20-25% de personal de nivel catedrático en la universidad española son mujeres y que como consecuencia, en 8 siglos de historia de la misma sólo ha habido 20 rectoras?

A lo largo de la historia existen numerosos ejemplos de lucha contra grandes obstáculos por el mero hecho de ser mujer, algunos de ellos hoy impensables, aunque hoy en día en la mesa presidencial de diversos foros y jornadas sigue siendo habitual la presencia exclusiva de varones. Se sigue hablando de techo de cristal, tubería con fugas, brecha de cuidados, toda una serie de barreras invisibles que limitan las carreras profesionales de las mujeres y les impide acceder a puestos de mando o poder. Por ese motivo, en 2015, la Asamblea General de la ONU proclamó el 11 de febrero como el Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia, con el objetivo de visibilizar el trabajo de las mujeres, y lograr el acceso y una participación plena y equitativa de las mujeres en la ciencia.

El progreso científico requiere acabar con la exclusión de las mujeres investigadoras en la toma de decisiones y en la búsqueda de soluciones. La desigualdad acarrea consecuencias negativas para toda la sociedad.

Por eso son tan importantes las acciones positivas de igualdad. La Universidade de Vigo a través de su área de Igualdad, fue pionera en aplicar estas acciones a la evaluación de la producción científica del personal investigador tras la maternidad/paternidad, también lo fue en la concesión de un distintivo de igualdad a los centros y en la creación de salas de lactancia.

Además las investigaciones más recientes han demostrado que en muchos campos del conocimiento científico, las variables de sexo y género no se consideran todavía lo suficiente, y muchas veces se constituye como norma universal, las realidades de los varones. En medicina abundan los ejemplos: desde los ensayos clínicos realizados sólo con varones, que no generan suficiente evidencia sobre los efectos de los fármacos en mujeres, hasta el no reconocimiento de síntomas diferentes de determinadas dolencias, con el consecuente incremento de diagnósticos erróneos en mujeres. Estas diferencias las hemos apreciado también con la incidencia y desigualdad de síntomas con la COVID-19 en función del sexo.

En la Universidade de Vigo en el marco de la Cátedra de estudios feministas 4.0, financiada por la Diputación de Pontevedra, se están realizando proyectos de investigación considerando el género y promoviendo la igualdad. Algunos de estos estudios demostraron que durante el confinamiento los hombres publicaron más que las mujeres y que las mujeres con hijos/as publican menos que cualquier otro grupo, resaltando la evidencia de la brecha de cuidados, muy acentuada en esos momentos.

Entre los objetivos de estos estudios de la cátedra también se plantea visibilizar la presencia de las mujeres en ciencia y mostrar referentes que inspiren a otras mujeres.

Pero nos queda un largo camino por recorrer, por eso hay que seguir recordando y dando a conocer a las mujeres científicas no sólo el día 11 de febrero, sino todos los días del año. No podemos prescindir de la mitad del talento de la población, necesitamos con urgencia muchas Marie Curie.

*Vicerrectora de Investigación de la Universidade de Vigo

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