El cáncer es igual para todos, pero no todos somos iguales frente al cáncer.
Según el primer informe sobre la inequidad en cáncer en España, realizado por el Observatorio de la Asociación, existen desigualdades sociales en la salud relacionadas, entre otros, con el lugar de residencia, el nivel socioeconómico o el género.
El código postal afecta más que el código genético a la hora de hacer frente al cáncer, por lo que hay una parte de la población que no tiene las mismas oportunidades de prevenir y detectar precozmente el cáncer dependiendo de dónde viva. Ejemplo de esto es el hecho de que, aunque en Galicia se ha logrado que nuestra población de riesgo tenga acceso a un programa de cribado colorrectal, hoy en día, siete comunidades autónomas todavía no lo han conseguido.
El nivel socioeconómico también es un factor de desigualdad en el cáncer pues, entre gastos directos e indirectos, la enfermedad provoca un coste económico al 41% de las familias superior a 10.000 euros. Una cantidad inasumible para aquellas personas que se encuentran en una situación de vulnerabilidad laboral, ya que están en paro, son autónomos o su salario se encuentra por debajo del SMI. La incidencia de cáncer en personas en situación laboral de riesgo en Galicia es de 1.549.
Otro factor a tener en cuenta es la investigación. Un total de 100.000 personas son diagnosticadas cada año en España con tumores cuya supervivencia es baja o está estancada debido a que no se investiga lo suficiente. Gracias a la investigación en estos últimos años hay un aumento de la supervivencia, 3,3 puntos en hombres y 2,6 en mujeres. No obstante, debemos seguir apoyando e impulsando nuevas líneas de estudio porque de la investigación depende la supervivencia en cáncer.
El género afecta también en la desigualdad frente al cáncer. En España, un 45% de mujeres con cáncer presentan malestar psicológico significativo, frente a un 27% en hombres. En Galicia, aunque existe un plan de cuidados paliativos, la atención psicológica a pacientes oncológicos y familiares no está cubierta por una política específica en cáncer actualizada y en vigor.
En este sentido, y gracias al trabajo conjunto entre entidades públicas y entidades sin ánimo de lucro hemos obtenido una cobertura parcial pero mayor que en otras áreas. No obstante, esta colaboración está limitada a algunos ámbitos y no está formalizada.
Solo poniéndonos de acuerdo podremos acabar con estas desigualdades. Luchamos por un gran acuerdo contra el cáncer para que toda la población pueda acceder a los programas de cribado de cáncer independientemente de su lugar de residencia; para disminuir la soledad no deseada y que pacientes y familiares puedan acceder a tratamiento psicológico especializado; para que el cáncer no provoque pobreza en las personas con cáncer más vulnerables.
Desde la Asociación Española Contra el Cáncer seguiremos trabajando para corregir estas realidades no solo con nuestros recursos y servicios gratuitos para nuestros pacientes y familiares; sino también a través de la colaboración con entidades públicas y privadas para conseguir que, en el futuro, todas las personas sean iguales frente a la enfermedad.
