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Juan José Millás.

El trasluz

Juan José Millás

¿Estoy infectado?

Me pregunto si habré pillado la ómicron porque no me pasa nada y a mí siempre me pasa algo. Nunca he respirado tan bien por las narices como este invierno. Se me ha quitado, de súbito, la rinitis crónica de la que soy víctima durante los meses de frío. Y sin necesidad de tomar antihistamínico alguno. Esto no es normal, me digo. Me asomo a la ventana y soy capaz de tomar el aire húmedo (ha llovido) por la nariz y expulsarlo por la boca, como cualquier persona corriente. Pero yo nunca he sido corriente en lo que se refiere a la respiración. Abandoné el yoga precisamente por esta incapacidad física. Ahora podría hacer perfectamente los ejercicios que la profesora nos solicitaba.

La ausencia de síntomas me desconcierta. Tampoco me duele la cabeza al caer la tarde y duermo mejor que nunca. Debería estar contento, pero estoy preocupado. Este bienestar insólito resulta sospechoso. Me informo sobre la ómicron y la mayoría de los artículos insisten en que cursa, con frecuencia, de modo asintomático. Ninguno dice que te quite los síntomas que formaban parte de tu identidad, pero tampoco lo niega. Por mi gusto, me confinaría para proteger a la familia. Se lo digo a mi mujer:

–Quizá debería confinarme.

–¿Tienes algún síntoma?

–No. Por eso.

–Venga, no empieces.

Prefiero no insistir en que el problema es precisamente ese, el de la ausencia absoluta de síntomas, de modo que trato de seguir adelante con mi vida, lo que no resulta sencillo, créanme. Me paso el día escuchándome y no oigo nada anormal, siendo que lo anormal es lo normal en mí. Llamo por teléfono a un médico de confianza y le relato mis cuitas.

–Si estás bien, estás bien –dice un poco molesto–, no le des más vueltas.

Es fácil decir “no le des más vueltas”, como cuando estoy nervioso y me dicen que me tranquilice. Si estoy nervioso es porque no puedo estar tranquilo. En fin. Me pregunto si todas estas dudas tendrán que ver con ese estado de “niebla mental” que produce también la ómicron. En ese caso, llevaría razón: estoy infectado.

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