Cuando hablamos de biotecnología se hace necesario recordar su significado y quizás la mejor forma es reproducir la definición que ha establecido en 1992 el Convenio sobre la Diversidad Biológica de la ONU que la define como el área de conocimiento multidisciplinar que aplica tecnologías que utilizan sistemas biológicos y organismos vivos o sus derivados para la creación o modificación de productos y procesos para usos específicos. Por tanto, es un campo científico que da soporte a sectores económicos de gran relevancia en el mundo, pero que particularmente en Galicia, aún a pesar de tener empresas punteras, son muy pocas, por lo que merece la pena hablar sobre el futuro de este sector.

En la Estrategia de impulso de la biotecnología gallega diseñada por la Axencia Galega de Innovación, para una mejor comprensión de las posibilidades científicas, tecnológicas, laborales, empresariales, en definitiva, de oportunidades de negocio, clasifican por tipos la biotecnología, distinguiéndolas por colores, a partir de la clasificación establecida por DaSilva E.J. (2004), The Colours of Biotechnology: Science, Development and Humankind. Los cuatro tipos más relevantes son la Biotecnología roja que enmarca campos como antibióticos, desarrollo de fármacos, terapias regenerativas o genética médica, la Biotecnología blanca se refiere a procesos industriales, con aplicaciones químicas, nuevos materiales textiles, plásticos biodegradables o producción de biocombustibles, por su parte Biotecnología verde tiene aplicaciones en procesos agrícolas, como los transgénicos, valoración de residuos o selección de especies y finalmente la Biotecnología azul trata aplicaciones en ambientes marinos, acuáticos y trabaja en un amplio sector que va desde la acuicultura a la cosmética o la salud animal.

Por lo tanto en Galicia deberíamos valorar el sector biotecnológico como estratégico por que tanto desde el prisma científico como industrial los países más avanzados llevan demasiada delantera con un dominio abrumador de China y Estados Unidos, por lo que las iniciativas en este sector serán siempre estratégicas con lo que quizás fuera bueno tomar como referencia el éxito del Reino Unido que ha sabido construir relaciones tecnológicas, pero sobre todo financieras con Estados Unidos y en la búsqueda de talento no han dudado en crear empresas radicadas donde han encontrado los profesionales con alta capacidad y esto podría ser un buen foco para los intereses gallegos de biotecnología, con el fin de atraer empresas y motivar e inducir a nuestros centros científicos en esta línea de actividad.

*Economista