Faro de Vigo

Faro de Vigo

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

El meollo

El ruido vecinal

Bien paradójico resulta que el alcalde Lores asista “in person” a una fiesta de celebración por el nuevo look de la calle Loureiro Crespo, incluso con descubrimiento de una placa conmemorativa por cuenta del Concello, al mismo tiempo que centenares de vecinos protesten ante Michelena 30 contra el cierre de la avenida de Reina Victoria que, por otra parte, no tiene marcha atrás por su conocida política del sostenella y no enmendalla.

Ese contrasentido del equipo de gobierno, fracción BNG, resulta todavía mayor si tenemos en cuenta que el festejo de Loureiro Crespo se montaba con el foco puesto en unos vecinos determinados, todo con la gente y por la gente, mientras que ocurría todo lo contrario y la luz se apagaba sobre los otros vecinos de Reina Victoria y aledaños, a quienes no se atiende ni se escucha. Dicho en slogans, “A xente fai o barrio” frente a “Lores, escoita aos teus vecinos”; o sea, haciendo en un sitio y deshaciendo en otro.

No menos llamativo es que solo veinticuatro horas antes de coincidir estos dispares escenarios, se certificaba la muerte por inanición de la histórica asociación vecinal Río Lérez, de la calle Cruz Roja y zona de Santa Clara, que constituyó un dolor de cabeza para los equipos de gobierno del Concello.

Como la cosa va de fuertes contrastes, la disolución de esta asociación que tuvo en Pilar Lavía y Vidal Laiño dos puntales irreductibles, y que participó en la fundación de la Federación de Vecinos Castelao tres décadas atrás, coincide con la presentación en sociedad de la Unión de Asociaciones Por Pontevedra. Este colectivo que reclama la apertura de Reina Victoria, engloba ocho asociaciones, con una representación nada desdeñable de Monte Porreiro, Mourente, Ponte Sampaio, Campañó y Estribela, mal que le pese a la concejala Anabel Guliís. La portavoz gubernamental ve fantasmas del PP por todas partes, e ignora cuando el BNG estaba detrás e incluso delante de otras protestas vecinales. Ojito, ojito con cultivar el descontento aquí y allá.

El Meollo de la cuestión está en saber si la unión vecinal Por Pontevedra, envuelta en una bandera blanca a favor del progreso de la ciudad, va a tomar el relevo de la Federación Castelao, que de un tiempo a esta parte brilla por su silencio sepulcral, y de paso adivinar también si con su entrada en la escena local puede terminar por nacerle un grano en el trasero a Lores&Cía, que incordie sus expectativas para las próximas elecciones municipales.

Compartir el artículo

stats