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Juan Carlos Herrero

Indigestión ‘icetónica’: ¡papa llama!

Esto de jugar con el Derecho, siendo iletrados, es lo que tiene. Le pasan el muerto de la eventualidad nacional funcionaria a un señor de Barcelona que esgrime el “llegó el comandante y mandó parar”, en versión rumba catalana, para frenar el cachondeo nacional de la interinidad, en siglas “CNI”.

Ya hemos reiterado que lo único que pone freno al sainete contractual de la discontinuidad eterna de los trabajadores públicos suele ser el todo por la pasta, de lo contrario no habrá fondos europeos. Tuvimos tiempo de adaptar la Directiva 1999 que frena el abuso a los interinos, pero el “legislador negligente” hizo oídos sordos, y así nos luce el pelo.

A don Miquel Octavi, nombre compuesto del señor Iceta, le endosaron lo del “Icetazo”, al cambio reforma drástica y repentina o decretazo. Tanto, que se están arrepintiendo de este ensayo legislativo, de laboratorio a lo profesor “Bacterio” de Ibáñez. Al invento legislativo le salen enmiendas hasta en la sopa.

Tiene su explicación. Empezó el señor Iceta a estudiar Químicas, con lo que es fácil hacer experimentos. A continuación, sin ser egresado, se pasó al Derecho, también inconcluso, luego, ya tiene conocimientos suficientes como para transformar a un eventual en fijo discontinuo, un “gallifante” de libro.

Con este invento descompuso al noventa y cinco por ciento de la población diana, funcionarial y estatutaria eventual, dando carta de naturaleza al “CNI”, al cachondeo que los gobiernos de derechas, izquierdas y mediomabientalistas han propiciado desde que la UE nos llamara al orden.

Pasan, los unos y los otros, de un sencillo apotegma a pergeñar un nuevo principio general del Derecho, el de la igualdad desigualada. Una ambigüedad recalcitrante que pone en jaque a millares de empleados públicos, cuando no los está enfrentando.

La bronca está servida: entre el mérito, la igualdad desigualada y descarte de la capacidad. En el fondo se trata de desconstitucionalizar la Constitución, al menos el Estatuto de los Trabajadores, Europa manda, que es la que pone la pasta.

La UE obliga a dejar fijo al empleado del que has hecho uso y abuso durante tres años y hasta treinta años en algunos casos. Para que te den los fondos europeos vas y les inyectas la “dosis” de los diez años, sacada de la manga con la que adquirir la inmunidad eventual.

En estas estamos que te crecen los republicanos, obligándote a rebajar a cinco años la interinidad, y así hasta desgastar el error-ensayo. Los interinos de tres años abusados se quedan pasmados ¿Por qué ellos no?

No digamos los opositores de la calle, subiéndose por las paredes. Veremos a ver quiénes son los primeros en adquirir esa inmunidad eventual, la alquimia de quien ha sido, a la vez, ministro de Función Pública y Deporte, en el mismo año, da mucho juego. Con la primera cartera haces experimentos y con la segunda echas a correr. ¡Papa llama!, que dirían en alguna cadena televisiva.

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