El Meollo de la cuestión está en vislumbrar si el Centro Comercial A Barca saldrá a flote de la crisis galopante en que estaba sumido desde hace bastante tiempo, y si resurgirá de sus mismas cenizas con esas caras nuevas que protagonizan al alimón el hipermercado Eroski y la boutique de entrenamiento –nada que ver con un gimnasio al uso– Distrito 360.

Cumplidos están 32 años desde que el Centro Comercial A Barca abrió sus puertas aquel 2 de marzo de 1989, en medio de una gran expectación y también de una fuerte polémica.

Tanto la tienda de barrio, como el pequeño comercio, que entonces todavía proliferaban en Pontevedra, se encontraron de la noche a la mañana con la llegada de aquel potente complejo del que se creían a salvo por la prohibición vigente en este municipio de los centros comerciales que surgieron y se multiplicaron como hongos por toda España. La ciudad que no disponía de un moderno centro comercial parecía que no era nada.

Armando Couselo, alcalde de Poio, realizó una hábil maniobra que suponía muy favorable para los intereses municipales, al dar toda clase de facilidades para su ubicación en A Barca al proyecto impulsado por Ibérica de Centros Comerciales. Su presidente José Antonio Arenas, consideró poco menos que una perita en dulce la opción de instalar un centro comercial en el antiguo solar ocupado por la fábrica de cerámica del marqués de Riestra, “a solo 600 metros de la Peregrina”, como rezaba su publicidad.

El supermercado Simago, la tienda de ropa C&A y la cadena de electrodomésticos Ivarte, fueron sus primeras referencias comerciales. Una tras otra, las tres fenecieron relativamente pronto, una vez pasada la novedad que en sí mismo supuso el centro comercial

Tras el cierre del Carrefour allí instalado hasta ayer, Eroski ha ocupado su lugar en una permuta arriesgada, tras abandonar su primitivo local de la calle Cobián Areal, muy equidistante de A Barca y, por consiguiente, de imposible mantenimiento de su clientela habitual. Más coherente resulta la instalación del crossfit Distrito 360, nuevo en esta plaza, con una oferta diferente para los amantes de castigar su cuerpo, que ya ha triunfado en Vigo.

A ver que suerte corren uno y otro en el Centro Comercial A Barca, quizá ante su última oportunidad de hacer buena la máxima de renovarse o morir.