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Xoel Ben Ramos

¿Por qué nosotros?

Llegamos al ecuador de la convención con pequeños grandes acuerdos logrados, hemos puesto una vez más el foco en el planeta, nuestra supervivencia en él y –lo más importante– los medios para conseguirlo. Buen ejemplo de esto ha sido la llamada que en la COP26, tanto los directivos de empresas como muchos gobernantes, han realizado para avanzar en el desarrollo de nuevas tecnologías contra el calentamiento global. O sea, que occidente se ponga manos a la obra para remediar el entuerto climatológico. En serio. Ya.

Aunque bien es cierto, que en esto de la resolución de la crisis climática, unos no la creen posible, otros dudan y después vienen quienes se preguntan: ¿Por qué nosotros? Y, en confianza, la respuesta obvia es que los países más desarrollados tenemos mucha responsabilidad de lo ocurrido, así que también ahora podremos hacernos cargo de pagar los platos rotos. Por otro lado tenemos más medios, empresas punteras, universidades, dinero para investigación –a veces más y otras menos, pero ahí está– y magníficos profesionales que incluso consiguen llevarnos de turismo espacial en vuelos suborbitales. Pero… igual que en toda crisis surge la oportunidad, en ser los primeros en arreglar los entuertos debemos ver la oportunidad de innovar donde nadie lo ha hecho antes. Egoístamente es una excelente oportunidad económica, pues quienes logren llevar a cabo programas con emisiones neutras en carbono, movilidad sostenible, consumo de agua o recursos energéticos renovables encabezarán el mercado global.

"Vigo tiene un enorme potencial y la última puesta de largo se llama Facendo 4.0”

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En este sentido, Vigo tiene un enorme potencial y la última puesta de largo se llama “Facendo 4.0”. Un proyecto que desarrolla Stellantis (la antigua PSA) junto al Centro Tecnológico de Automoción de Galicia y la UVigo, entre otros, con una importante aportación económica de la Xunta. Un ambicioso plan enfocado en los procesos y mejoras de la “fábrica del futuro” más verde y sostenible; el vehículo autónomo que implica áreas tan diversas como el internet de las cosas, la conectividad y la movilidad urbana o la fabricación del vehículo eléctrico. Y esto último que ayer mi compañero de página veía con desesperación, a Joaquín le pido que le dé una oportunidad a la electrificación del automóvil. Pues a día de hoy, en lo que a vehículos eléctricos se refiere todavía andamos a vueltas con el Ford T y queda mucho por hacer. Vigo ya se ha puesto a ello.

*Asesor en finanzas sostenibles

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