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Santiago Lago Peñas.

Reactivación

El Instituto Galego de Estatística ha confirmado esta semana el diagnóstico del Foro Económico de Galicia basado en el indicador Abanca-Foro de coyuntura. En el segundo trimestre de 2021 se ha reactivado la actividad económica casi tanto como lo que se detuvo en el mismo trimestre del año pasado.

Nótese que hablo de reactivación y no recuperación porque la coyuntura económica que vivimos es inaudita. No hay destrucción y parálisis como en una guerra ni graves desequilibrios macroeconómicos como ocurrió con la Gran Recesión. Lo que ha ocurrido ha sido una desactivación parcial de la economía, concentrada en algunos sectores que están ahora despertando gracias al proceso de vacunación y la confianza que nos ha dado a todos. Cierto que el virus sigue infectando y matando, pero mucho menos que antes. Y la aversión al riesgo de los ciudadanos se ha reducido. Lo que cabe aguardar, salvo nuevas sorpresas del virus, en una conversión de la enfermedad en endémica y una progresiva, aunque lenta, normalización de nuestras vidas.

Dicho lo anterior, dos aclaraciones que ensombrecen el optimismo del párrafo anterior. La primera es que hasta marzo de 2021 no hemos vuelto al terreno positivo en el gráfico adjunto. Nos faltan unos cuantos meses en ese terreno para compensar las cifras en negativo desde marzo de 2020 hasta febrero de 2021. Extrapolando lo que está ocurriendo, no volveremos al nivel de actividad económica previo a la pandemia antes de abril o mayo de 2022. Y en el conjunto de España tardarán unos cuantos meses más.

La segunda es que, en general, en España y el resto de las economías avanzadas lo hemos hecho muy bien, recurriendo a instrumentos y soluciones extraordinarias para afrontar con bastante rapidez lo nunca visto. Pero eso ha tenido un coste en términos de déficit y deuda que tendremos que comenzar a reequilibrar en breve; algo que va a suponer mayores pagos por tributos o menos gasto público en los próximos años.

*Director de GEN (UVigo) y del Foro Económico de Galicia

El Instituto Galego de Estatística ha confirmado esta semana el diagnóstico del Foro Económico de Galicia basado en el indicador Abanca-Foro de coyuntura. En el segundo trimestre de 2021 se ha reactivado la actividad económica casi tanto como lo que se detuvo en el mismo trimestre del año pasado.

Nótese que hablo de reactivación y no recuperación porque la coyuntura económica que vivimos es inaudita. No hay destrucción y parálisis como en una guerra ni graves desequilibrios macroeconómicos como ocurrió con la Gran Recesión. Lo que ha ocurrido ha sido una desactivación parcial de la economía, concentrada en algunos sectores que están ahora despertando gracias al proceso de vacunación y la confianza que nos ha dado a todos. Cierto que el virus sigue infectando y matando, pero mucho menos que antes. Y la aversión al riesgo de los ciudadanos se ha reducido. Lo que cabe aguardar, salvo nuevas sorpresas del virus, en una conversión de la enfermedad en endémica y una progresiva, aunque lenta, normalización de nuestras vidas.

Dicho lo anterior, dos aclaraciones que ensombrecen el optimismo del párrafo anterior. La primera es que hasta marzo de 2021 no hemos vuelto al terreno positivo en el gráfico adjunto. Nos faltan unos cuantos meses en ese terreno para compensar las cifras en negativo desde marzo de 2020 hasta febrero de 2021. Extrapolando lo que está ocurriendo, no volveremos al nivel de actividad económica previo a la pandemia antes de abril o mayo de 2022. Y en el conjunto de España tardarán unos cuantos meses más.

La segunda es que, en general, en España y el resto de las economías avanzadas lo hemos hecho muy bien, recurriendo a instrumentos y soluciones extraordinarias para afrontar con bastante rapidez lo nunca visto. Pero eso ha tenido un coste en términos de déficit y deuda que tendremos que comenzar a reequilibrar en breve; algo que va a suponer mayores pagos por tributos o menos gasto público en los próximos años.

*Director de GEN (UVigo) y del Foro Económico de Galicia

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