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Santiago Lago Peñas.

Sobre la balanza fiscal de Galicia

De forma recurrente coincido con personas que insisten en que el Estado (el resto de España se entiende) arrebata recursos fiscales netos a la Comunidad Autónoma gallega. Y yo, con la misma perseverancia, muestro que no es así. Ahí va otra vez.

Sobre la balanza fiscal de Galicia

En el gráfico adjunto se representa la última estimación del saldo fiscal avalada por el Ministerio de Hacienda a partir de la metodología propuesta por Ángel De la Fuente, Ramón Barberán y Ezequiel Uriel. Los datos corresponden al año 2014. En el eje vertical se representa el valor del saldo en euros por habitante y, en el horizontal, el PIB per cápita. Los valores actualizados a 2021 matizarían alguna cifra relativa, pero no alterarían de forma significativa las posiciones de unos y otros.

La correlación entre ambas variables es muy elevada: a medida que una Comunidad avanza posiciones en su PIB o renta per cápita, tiende a empeorar su saldo fiscal. Eso es lo que representa la recta dibujada en el gráfico. De esta regla no se escapan Cataluña y Madrid, que están más o menos donde deberían estar.

En cambio, no lo están País Vasco, Navarra, Canarias y Ceuta y Melilla, como consecuencia de las ventajas que les otorgan, respectivamente, el concierto vasco, el convenio navarro, el régimen económico y fiscal canario y las ventajas tributarias que benefician a las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla. También es reseñable el caso de la Comunidad Valenciana, con un saldo fiscal negativo, a pesar de un nivel de renta per cápita en la zona media-baja del ranking autonómico. La culpa la tiene, sobre todo, su mala financiación autonómica.

¿Y dónde está Galicia? Pues un poco mejor de lo que cabría aguardar. Hay territorios menos desarrollados que nosotros (como Andalucía, Castilla-La Mancha y Murcia) con saldos fiscales menos favorables. Pero es verdad que otros, con un nivel de desarrollo similar, están mejor (Asturias y Castilla y León). En todo caso, Galicia no está discriminada negativamente. El Estado autonómico le sienta bien a nuestro país. Dicho con todo el respeto, presionar para cambiarlo por una estructura confederal y sistemas de financiación forales para todos es un sinsentido estratégico.

*Director de GEN (Universidad de Vigo)

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