Las predicciones se están cumpliendo, la pandemia COVID-19 continúa. Y las mascarillas y las otras medidas de prevención, tienen que seguir aplicándose, a propuesta de los expertos. Cuando el pasado 26 de junio se quitó la prohibición de mascarillas en exteriores, ya estaba presente en España la cepa inglesa, y se incrementaban los contagios. Muchas personas, siendo conscientes del peligro, han tomado la decisión de seguir de forma responsable y autónoma aplicando las medidas de prevención ya conocidas.

En cuanto a las mascarillas, se presupone que aunque sea en exteriores cuando son calles muy transitadas conviene llevarla. Sin embargo en lugares como puede ser el campo o playas que estén prácticamente desiertas, son las excepciones. El virólogo aleman Ch. Drosten, ya predijo en enero pasado, que esto iba a ocurrir. Con un porcentaje de población vacunada, los políticos liberarían las restricciones. La cuestión es el resto de no vacunados por su vulnerabilidad. Y manifestó que tenía miedo del alcance de lo que podía ocurrir. Lo vaticinó y aquí está la avalancha de contagios. Igualmente el catedrático de inmunología de Valladolid y divulgador científico A. Corell, en la Cadena Ser, manifiesta que si alguien tenía dudas sobre el fin de la pandemia, él mismo cuenta que con las dos dosis de la vacuna se ha contagiado en una comida al aire libre, “la pandemia no ha terminado”, dice.

La mayoría de la gente ya ha aprendido que corre una seria amenaza, y no se arriesga a saltarse las medidas, y menos prescindir de la mascarilla. Según alertan los expertos de Europa y Estados Unidos, es alarmante su infectividad. Se han multiplicado los contagios en toda Europa, de personas que fueron vacunadas con las dos dosis, y están hospitalizadas. En concreto aproximadamente de cada cinco hospitalizados en UCI, uno es menor de cuarenta, y es predominante el rango de cincuenta años, ingresos UCI.

Si para contagiarnos del COVID-19 necesitábamos estar en presencia de los aerosoles aproximadamente 15 minutos, la diferencia con la variante inglesa, altamente contagiosa, uno puede quedar infectado en cinco segundos. Por otro lado la gente también se ha ido dado cuenta de la manipulación de masas que se está produciendo desde determinados poderes, ignorando el asesoramiento de los expertos. Es el daño que indirectamente se puede hacer a muchas personas que son en cierto modo imprudentes y que se dejan guiar por lo que se denomina el “locus de control externo”. Al fin, lo más inteligente es que cada uno cuide de sus vidas responsablemente, potenciando su centro de control, “locus de control interno”, no van a dejarse influir siempre por lo que se diga ahí fuera, con los múltiples intereses creados. De la misma manera que en un momento se propone el levantamiento de las prohibiciones, ahora sería imprescindible la rectificación hasta llegar a un alto porcentaje de población vacunada. Y es que ante la explosión de casos, los expertos están sugiriendo que conviene rectificar en lo que se dijo de levantamiento de prohibiciones, y solicitar a la población que sí o sí la siga manteniendo hasta la aplicación de más vacunas. Aproximadamente desde hace una semana, investigadores brasileños desvelan uno de los misterios de la COVID-19, que sin duda ayudará a comprender, y de paso protegerse más con la mascarilla. Expertos de la facultad de medicina de la Universidad de Sao Paulo, han descubierto en un estudio publicado en el Journal of Pathology que el coronavirus infecta y se replica en las glándulas salivales. Ahora con estos hallazgos, la mascarilla se convierte todavía en una defensa esencial para protegerse de la infección. Es cuestión de aplicar la Ciencia para la supervivencia.

(*) Psicóloga