Se equivocan los responsables de la Conferencia Episcopal Española, al darle la razón a los obispos catalanes, en su aprobación de los indultos a los sedicionistas, dado que, esta declaración no deja de ser una injerencia en los asuntos de la política nacional, y por ende en el poder judicial. Porque, no creo que sea necesario recordar, el pasaje del evangelio en el que, en un momento dado, Jesús responde a los que le interpelaban sobre si se debía pagar impuestos a Roma: “Dad al César, lo que es del César y a Dios lo que es de Dios”. Por lo tanto, señores representantes de la Iglesia en España, si efectivamente el Sr. Junqueras es una persona muy religiosa, algo que no pongo en duda, me parece acertadísimo que reciba el perdón de sus pecados, en confesión, pero esto no quiere decir, que con ello también daba recibir la absolución de sus responsabilidades como ciudadano, con la agravante de no estar arrepentido de ello, algo que, por cierto, en el campo religioso, si así fuera, le sería denegada.

Con lo cual, me parece inoportuno y a todas luces improcedente, que una institución como la CEE, tome partido en esta cuestión, que tanto daño está ocasionando en la convivencia de los españoles, porque, además, como ellos mismos saben, la concesión de los indultos no ayudará para nada a esta, sino más bien, con su intromisión, lo único que puede ocurrir, es que, esta ruptura social, también se produzca en el marco de los creyentes, lo que sería muy triste y preocupante para los que nos sentimos católicos y practicantes.