La expresión “tigre de papel” la acuñó Mao Tse Tung, líder comunista de China, a propósito de USA. Los americanos iban ganando en Vietnam, pero Mao insistía en que eran un tigre de papel. ¿Lo será también el poder de la tecnología, inteligencia artificial incluida? Viendo cómo se va haciendo con todo nadie lo diría, pero la reciente caída de internet, paralizando centros de poder, es un aviso claro de la fragilidad del sistema: un fallo en cualquier punto puede precipitar una reacción en cadena y tumbar la red neuronal de la que depende, que es su malla de comunicaciones. A lo mejor la mente sistémica de algún universo paralelo (como el de los virus) está pensando de nosotros lo que Mao decía de los americanos: son tigres de papel. Lo curioso es que al imaginar cosas así se escucha al fondo un rumor de fronda de que esa vulnerabilidad y la libertad posible son la misma cosa.
