Bernardo González del Valle, coronel de Granaderos y figura insigne del alzamiento popular que tuvo lugar en Vigo en la Guerra de la Independencia frente a los franceses, nació el 23 de marzo de 1771 en la aldea de Cachamuíña, perteneciente al Concello de O Pereiro de Aguiar y de la que tomó su sobrenombre.

Recibió el Sacramento del Bautismo en la iglesia de San Salvador de Prexigueiró; el Abad de Trasariz, parroquia ubicada en el Concello de Cenlle, ejerció su padrinazgo y le dio su nombre por la estrecha relación que tenía la familia de su madre con el religioso y por las diversas propiedades que su rama materna poseía en aquella parroquia, las cuales él heredó y posteriormente transmitió a su única hija Bernarda Josefa, quien se casaría en ellas con el escribano real Manuel de Ambrosio.

El padre de nuestro héroe fue también Capitán de Granaderos y él, influido decisivamente por su figura, escogió ese camino. Accedió a la oficialidad con el grado e Subteniente en el Regimiento Provincial de Ourense el 5 de febrero de 1791, poco antes de cumplir los veinte años, aunque permaneció poco tiempo en tierras ourensanas puesto que su destacamento fue destinado a Ferrol.

Los gloriosos hechos que tuvieron lugar en Vigo son por todos bien conocidos pero no por ello es menos grato rememorarlos. Aquel 28 de marzo de 1809 “Cachamuíña” tomó el hacha de un anciano marinero del Berbés conocido como “Carolo” y descargó contundentes golpes sobre la Porta da Gamboa; logró derribarla pero cayó herido por balas francesas. Su arrojo fue merecidamente recompensado con el cargo de Comandante de Armas y Gobernador de la Villa de Vigo; ulteriormente le fue concedido el cargo de Gobernador de la Provincia de Tui, lugar donde residió durante el desempeño del mismo junto con su esposa Josefa Ballesteros Carasa.

En el año 1811 abandonó el ejército y él y su esposa se retiraron a vivir en el Pazo de Cachamuíña, ubicado en O Pereiro de Aguiar. Allí instalado dedicó su tiempo fundamentalmente a la gestión de su patrimonio. Residieron ambos en ese lugar hasta que él falleció en el año 1848, razón por la que ella decidió trasladarse a Ourense hasta 1875, fecha en la que expiró.

Sus restos mortales permanecieron en Cachamuíña hasta su traslado en el año 1932 al Cementerio de Pereiró por iniciativa de la Sociedad de Hijos de Vigo.

En este año 2021 se conmemora el 250 aniversario de su nacimiento, es por ello que recordamos su figura y gesta; igualmente el pueblo de O Pereiro de Aguiar, apoyado por la Xunta de Galicia y la Diputación de Ourense, le rindió un cálido homenaje el día de su nacimiento a través de sentidos actos a los que acudieron distintas autoridades que tuvieron a bien honrar su valentía en tan decisiva contienda y descubrieron una placa en la Casa Pazo que lo vio nacer, siendo menester destacar que el consistorio ha programado diversos actos a lo largo de todo este año para dar a conocer su vida y logros y reivindicar su honrosa condición de hijo de O Pereiro de Aguiar.