Hoy mismo (31 de marzo) nos hemos enterado de la resolución de la Audiencia Nacional por la que se anula el cese del coronel Diego Pérez de los Cobos, como jefe de la Comandancia de la Guardia Civil de Madrid y ha condenado al ministro del Interior a volver a situarlo en su puesto. En mi opinión, esta noticia para nada ha sido una sorpresa, porque para la inmensa mayoría de los españoles, y sobre todo para los que tienen unos mínimos conocimientos sobre la actuación de la policía judicial, entre los que sin duda se encuentra el juez Marlaska, estaba muy claro que la medida en cuestión era a todas luces injusta e improcedente.

Por tanto, debemos aplaudir esta rectificación por parte de la justicia, pero no debemos olvidar que el coronel Pérez de los Cobos no ha sido el único perjudicado en este asunto, porque muchos de sus compañeros y subordinados en solidaridad con su comportamiento dimitieron de sus cargos. Por lo que el daño inferido fue mayor que el pretendido en Interior. Dicho lo cual, considero que, como un rasgo de dignidad, debería Vd. dimitir Sr. Marlaska, y con ello restituir su honor, por el daño causado. Aunque como reza el Art.º 1º de la cartilla del Guardia Civil, en su último párrafo, con referencia al honor: “Una vez perdido, no se recobra jamás”.