Le dice García Page a Ana Rosa que “no hay que ponerse nerviosos con las vacunaciones, que no es una competición entre autonomías”. Hombre, caballero, a ver, un poquito nerviosos sí que convendría que se pusieran ustedes los responsables de organizar la logística para suministrar las vacunas.

El ritmo es lento. Impresentable. En toda España. No se están movilizando los recursos suficientes. A este paso, nos vacunan en 2040. No entiende uno cómo no se recurre a la sanidad privada, a las farmacias, a los estudiantes de enfermería o medicina. Al Ejército. Hala, hala, a vacunar en masa en los estadios, hombre ya. Mientras, excusas, muertes y cundiendo los casos de jetas que se dedican a la política y se vacunan por la cara. El último, Manuel Villegas (PP,) el consejero de Sanidad de Murcia, vacunet y un señor de Murcia. Hay que regalarle a este señor, inmune al virus pero quizás no a las lecturas, el tratado de la ejemplaridad de Javier Gomá, que es lectura provechosa. Tan poca es la ejemplaridad que Gomá va ya por una tetralogía y a este paso tiene campo de estudio hasta dentro de mucho tiempo.

No estamos en lo que estamos y en lo que debiéramos estar es en vacunar. Ahora que hay vacuna es cuando uno más miedo tiene al virus, no sé si les pasa. Nos van a pegar el tiro en las playas de Normandía. Tanto surfear por las olas y ahora que hay vacunas son para ellos, que vacunándose no dan ejemplo, si no que nos inyectan desafección. El tal Villegas no dimite. Dice que “no es momento de huir” con lo cual demuestra que no se entera: la cosa no es que huya y sí que se vaya con nuestro beneplácito a vivir la vida, él que puede y está vacunado. Como los socialistas alcaldes de la Comunidad valenciana, como otros alcaldes y concejaletes aprovechados e inmorales. Pero no nos pongamos nerviosos, no nos hagamos Pages mentales, a lo mejor Page tiene razón. Todos tranquilos, total, lo máximo que nos puede ocurrir es morirnos.