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Pedro de Silva

Una propuesta para el día que te toque

La diferencia entre la tarde-noche de Reyes y el día de Reyes es la que hay entre la ilusión por algo y su consecución, o el estimulante apetito y la cansina digestión. Otros años, aunque ya no fuera a ver la cabalgata, al menos la merodeaba, para percibir a media distancia la inigualable carga eléctrica de las vísperas. Muchas mamás (y algunos papás) de hijos ya mayores seguían yendo solas, porque el pasado no se va nunca del todo. Pero este año no ha habido cabalgatas. Estos vacíos que la pandemia forma, mientras siguen en pie fechas, luces, lugares y parte de los rituales, provocan sensación de irrealidad. Cuando la realidad se reponga, el mundo debería organizar unos grandes funerales, y algo después una gran fiesta, con unas vísperas en las debidas condiciones. ¿Habremos adquirido para entonces la sabiduría de la vida para encender esas dos luces sin que una apague a la otra?

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