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Los clientes volverán

Muchos negocios son conocidos por ser estacionales, eso quiere decir que la actividad tiene que parar en algún momento por razones que van desde las técnicas, comerciales, operativas, hasta por las meteorológicas. Las empresas y profesionales saben que han de adaptar sus estructuras a las circunstancias que le establece su propio modelo de negocio. Si una compañía se dedica a la pesca de altura, tiene ajustada su producción a períodos concretos de explotación y autorizaciones, pero también a problemas de coyuntura que determinan su actividad. Traigo esto a colación con relación a la crisis que está padeciendo la hostelería y en el general el sector turístico que, si bien está muy acostumbrado a la estacionalidad, dado que no es lo mismo el verano que el invierno sin ir más lejos, con la pandemia está mucho más afectado que otros sectores económicos. En estos días con motivo del cierre de bares y restaurantes que irradia irremediablemente un importante problema ya no solamente de tipo laboral, sino también de suministros, financieros y otros, implicando disminución de producción por la reducción efectiva de los consumos de hostelería, al no poder estos estar abiertos sirviendo a sus clientes.

Independientemente que las autoridades deben crear planes de ayuda para paliar el efecto del súbito del cierre y de la incertidumbre de cuando poder reanudar sus actividades, los empresarios del sector, una vez más, han de convertir las dificultades en oportunidades. Partiendo de que en cualquier caso la situación excepcional que provoca la lucha contra el virus acabará, probablemente más pronto que tarde, las empresas, particularmente del sector turístico que al no ser consideradas esenciales, ahora tienen el momento para reflexionar, comparar mejores prácticas, formar a empleados, diseñar nuevos productos y servicios, reformar y rehabilitar sus espacios de prestación de servicios, programar nuevas actividades, valorar la reorientación de sus negocios teniendo en cuenta los cambios inducidos por la transición digital y medioambiental, en definitiva los empresarios del turismo cuentan con una gran oportunidad para trabajar con sus equipos, en un momento en que la actividad cotidiana, se para, ya que cuentan con el bien tan preciado que se llama el tiempo para la reflexión y la programación. La pandemia remitirá y los negocios volverán abrir y los clientes regresarán, pero estos deben encontrar negocios de hostelería más competentes y mejor preparados.

*Economista

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