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Escolma, otra rama del mismo tronco

Si la Librería Seoane surgió tras una dolorosa ruptura de sus promotores y antiguos empleados de Luís Martínez Gendra, que terminó por convertirse en su mejor simiente, Librería Escolma también nació del mismo tronco, pero una década más tarde, después de materializarse el cierre irremediable de la antigua casa comercial.

Escolma incluso se instaló en el mismo local que Luís Martínez había ocupado hasta su desaparición, en el número 11 de García Camba, la misma calle donde antes se montó la Librería Seoane. Las tres en un palmo de terreno y abierta competencia.

Alfonso Fernández fue el pilar del proyecto, puesto que abrió una pequeña librería en la plaza de San José, junto a la gestoría Lariño. Pero enseguida nació Escolma como una SAL (sociedad anónima limitada) con cuatro fundadores: Jaime Pereira, Ignacio Arribas, José Antonio Rodríguez y el citado Alfonso Fernández.

El traspaso del local antiguamente ocupado por Martínez Gendra precisamente salió de la subasta realizada con sus bienes embargados por la Magistratura de Trabajo nº 1 de Pontevedra, a fin de cubrir las indemnizaciones de sus trabajadores y pagar algunas deudas con sus proveedores.

Jaime Pereira, que todavía hoy sigue al pie del cañón junto a Alfonso Fernández, aún recuerda con precisión la fecha de apertura de Escolma: el 13 de junio de 1987. Ellos se dedicaron al mismo oficio que habían aprendido y mamado antes en Luís Martínez, a caballo entre la librería y la papelería.

A pesar de la fuerte competencia existente dentro del mismo sector comercial, Escolma comenzó su andadura con buen pie y enseguida se hizo con una notable clientela, al tiempo que se implicó en distintas iniciativas como, por ejemplo, hacerse socio colaborador del Pontevedra CF.

Jaime Pereira añora hoy aquellas campañas tan dinámicas, "cuando la vuelta al cole empezaba en las librerías", que ofrecían un equipamiento completo a los escolares y se desvivían por conseguir los libros que necesitaban unos y otros en las distintas editoriales.

"Ahora -se lamenta-, llevamos seis años con los mismos libros de texto, sin renovación alguna, y encima sufrimos la competencia en cierto modo ilícita de las grandes superficies comerciales".

Escolma también se volcó con las novedades editoriales, tanto en castellano como en gallego, y promovió siempre que pudo las firmas de autores. Por allí pasó desde Pepe Fortes hasta David Pintos. Su gran escaparate acristalado continúa siendo un lugar de referencia en donde encontrar el libro deseado.

De cualquier forma, como la librería sigue abierta, la historia de Escolma todavía está por escribir y ahora resulta un tanto prematuro hacerlo.

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