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Las moradas de los obispos de Ourense (I)

Tiene indudable interés el estudio de lo que podríamos llamar urbanística social, el saber y conocer algo de los edificios que por su destino, características arquitectónicas o morada de determinados personajes, destacan en la memoria constructiva de cualquier ciudad o pueblo. La palabra castellana "palacio" proviene de la latina p alatium, y ésta del topónimo de una de las siete colinas de Roma, el Palatium o Palatinus Mons ("Monte Palatino"). Desde la Baja Edad Media, el desarrollo de las ciudades europeas se manifestó en una notable arquitectura civil que incluía palacios reales, episcopales y nobiliarios; y también palacios municipales y casas palaciegas de burgueses enriquecidos en los principales focos urbanos. En gallego es Pazo. Si la jerarquía edilicia supondría que la habitación de personaje o familia principal debería manifestarse en una evidente calidad arquitectónica y de tamaño, no siempre es así y al menos entre nosotros los "palacios" se mantienen dentro de unas medidas y calidades discretas en nada comparables con el comportamiento en Italia, por ejemplo, pero sí destacando sobre el resto de las construcciones. La figura del Obispo ha tenido a lo largo de los siglos una innegable importancia que se tradujo también en las características de su vivienda, que además acogía las oficinas de la curia.

Hago un sencillo recorrido, casi un índice, por estos espacios, generalmente discretos, que han habitado los Obispos de Ourense, teniendo en estudio un más detenido y documentado trabajo que tenga en cuenta todo lo que ya se ha escrito y lo que a mayores se puede documentar sobre estas moradas.

Episcopio suevico

De la primera residencia del Obispo de Ourense cuando nace la diócesis en época sueva casi nada podemos decir, sólo suponer que estaría en las inmediaciones de la primera discreta catedral y que quizá ya en el solar que siglos posteriores sería el ocupado por el Palacio Medieval. El Profesor Eduardo Carrero Santamaría en su rigurosa obra Las catedrales de Galicia durante la Edad Media. Claustros y entorno urbano (Fundación Pedro Barrie de la Maza. Coruña 2005, nos habla de lo que eran los llamados conjuntos catedralicios una serie de edificios con destino cultual o de habitación que no duda en ubicar en ese entorno. Las excavaciones realizadas los últimos años en el subsuelo del Palacio que alberga el Museo Arqueológico sin duda aportan datos de interés sobre los comportamientos con orígenes romanos, remodelaciones en época sueva con posible uso, siempre poco estable, por parte de la corte, restos arqueológicos que se podrán ver y valorar por inteligentemente conservarse. Las columnas de mármol aprovechadas en la fachada de la Iglesia de Santa María Madre y con pocas certezas sobre su época y proveniencia, también pudieron estar relacionadas con esta absolutamente desconocida primera residencia episcopal.

Castel Ramiro

Sobre esta fortaleza de los obispos en las inmediaciones de la ciudad en un altozano que todavía conserva el nombre, hay una interesante monografía de Jorge Abraham Vila Álvarez Castelo Ramiro. Fortaleza Episcopal de Ourense. S. XIII-XV. Anexo del Boletín Auriense. Museo Arqueológico Provincial Ourense 2006. También conocido como castillo de Miraflor fue construido a finales del siglo XII por voluntad de los obispos de Ourense, señores de la ciudad y como defensa en tiempos difíciles. Fue protagonista en los enfrentamientos de los prelados con la ciudad, fue demolido como la mayor parte de Galicia en tiempo de los Reyes Católicos en 1486.

Así llamo al que secularmente habitaron los obispos, ubicado en el centro de la ciudad con su historia compleja propia de un edificio vivo. Sobre construcciones de la época romana se debió ubicar ya en época visigótica en la inmediatez de la Iglesia de Santa María, la domus del obispo, que se transformará en el siglo XII, siendo obispo Don Diego (1110-1132) en un edificio casi de carácter defensivo con una planta en forma de "L", actuando casi todos los obispos en él, añadiendo espacios o transformando los existentes que tenían como eje un claustro de estilo románico con arcos sobre dobles columnas y del que se conserva una de las crujías.

Se documentan actuaciones en el siglo XIV. El escudo del Obispo Vasco Pérez Mariño lo acredita. Durante la edad Media sufrieron los prelados diversos ataques sobre todo en los enfrentamientos antiseñoriales dado que el Obispo era el Señor de la ciudad, tras los mismos se acometen las necesarias reformas de carácter defensivo. En el siglo XVI el obispo Francisco Manrique de Lara (1542-1555) construyó nuevas habitaciones y una galería. En el siglo XVII el obispo Luis García le añadió un cuarto nuevo. En el siglo XVII sufrió un incendio que obligó al obispo Antonio Paino (1643-1653) a repararlo. Importantes fueron en el siglo XVIII las reformas del Obispo Fray Juan Muñoz de la Cueva cuyo escudo, hermosamente labrado, figura sobre la Portada principal y en otros lugares. Se documentan también ampliaciones del obispo Agustín de Eura.En el siglo XIX y XX también hay obras promovidas por los obispos Lastra y Cuesta y un proyecto no llevado a cabo del arquitecto V ázquez Gulías que proponía una fachada neomudejar. Fue declarado Monumento Nacional el 3 de julio de 1931. En 1951 el obispo Blanco Nájera agobiado por las inversiones necesarias para el Nuevo Seminario vendió el histórico edificio al Estado que lo dedicó a Museo Provincial, destino que sigue cumpliendo. En esa fecha se adaptó para Palacio Episcopal y Oficinas de la Curia parte del viejo Seminario. Entre la bibliografía que se puede consultar está Francisco Fariña Busto y otros Intervenciones arqueolóxicas no edificio do Museo en Estudos. Ourense. A Cidade, da Orixe ao século XVI. XUNTA DE GALICIA MUSEO ARQUEOLOXICO PROVINCIAL. Ourense, 2009 pgs 157-186 y Francisco Fariña Busto "Pazos, torres e curral do bispo de Ourense" Anejo Boletín Auriense, Ourense 1964.

(*) Delegado diocesano de Patrimonio

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