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Antonio Touriño

mirador de lobeira

Antonio Touriño

Vigilar las aguas de O Salnés

Menos mal que el Rector Magnífico rectifica a tiempo y la Estación de Hidrobiología de O Con seguirá en Vilagarcía. Antonio López supo retractarse y aún por encima quedar bien ante la institución académica y las autoridades políticas de turno al comprometer la continuidad del centro de investigación sobre recursos hídricos y medioambientales relacionados con el agua, como elemento vital. Hasta ahí correcto aunque algo ha fallado para que salte el escándalo. No basta con dar explicaciones cuando ya se ha montado el lío, pues a unos convencen pero a otros le quedan dudas.¿Ha hecho algo el director Fernando Cobo para que le incluyan en el paquete de las jubilaciones de sus colegas? ¿por qué le apartan? ¿Tan poco aporta el centro que es necesario reajustar sus funciones? ¿Existen discrepancias políticas o de otra índole? Son muchas las incógnitas que asaltan en este proceder tan opaco en el que de un día para otro se decide aparcar un proyecto de este calibre, de claro interés científico. Seguro que en breve explicarán que la decisión no tiene trampa ni cartón, que se adoptó con criterios técnicos y de mejor organización. Los entresijos se los callarán y el gato permanecerá encerrado y escaldado.

López y Varela deben dar explicaciones de por qué una institución de prestigio se ve envuelta en un terremoto de tal calibre. Fácil sería entender un relevo en la dirección o incluso que se le amplíen o recorten facultades, pero no un anuncio como el de esta semana en el que solo se plantea la retirada del timón al que hasta ahora gobernaba el barco. Muy bien no suena ¿verdad?

Señor Rector Magnífico, los arousanos no comulgan con ruedas de molino y exigen explicaciones convincentes que aún no ha dado. El agua de las cuencas del Umia, del Ulla y la de la ría de Arousa dejan mucho que desear con vertidos en cientos de puntos y efectos nocivos naturales que precisan supervisión permanente y constante. La protección de la biodiversidad es igual de prioritaria y el respeto a toda una trayectoria científica de casi 20 años, un acto de decencia con quienes han ejercido dicha responsabilidad.

La Estación de Hidrobiologia no se puede convertir en un taller para prácticas estudiantiles porque perdería su categoría de centro de investigación, precisamente lo que más se necesita en un momento en que el agua es precisamente uno de los elementos qué más atención requieren. Lo de Brenntag en 2006 fue una nimiedad frente a la situación actual de pandemia sanitaria. Y como bien saben, el índice de coronavirus de una población se determina sobre todo en el agua de sus ríos a los que llegan todos los restos de las viviendas, de sus fábricas y demás instalaciones.

Alterar el funcionamiento de un servicio como este es como mínimo una incoherencia cuando son los laboratorios los que pueden alertar sobre la mayor incidencia del Covid en Arousa y en los demás ríos de Galicia. Conocer la salud del agua es más que nunca una obligación de las instituciones para, al menos, atajar un problema que se detecta a tiempo. Cierto que hasta ahora no se le prestaba atención asaz a las recomendaciones de los expertos pero quizás sea el momento de apostar por sus conocimientos pues son los únicos que nos pueden salvar.

Potencien la Estación y denle las atribuciones máximas. Cercenar un servicio como este es darle otra patada a la salud y no es el momento para andarse con tales intrigas palaciegas.

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