Raquel: "Es sorprendente que las piezas sueltas del puzle encajen cuando menos te lo esperas y formen una imagen exacta en un engarce de confluencias armoniosas que nos permiten conocer a las personas que necesitamos, a trabajar en lo que deseamos, a vivir lo que nos apetece. No hay fórmulas de éxito seguro, pero lo habitual es que suceda cuando aplicamos una ilusión, una voluntad férrea y un esfuerzo firme y continuado para alcanzar la primera por medio de la segunda. Sin escatimar gastos de energía e imaginación. Esas confluencias fluidas y elocuentes invitan a creer en algo que parece propio de un libro de autoayuda, pero que la realidad acepta de cuando en cuando como moneda de curso legal: podemos conseguir muchas cosas que nos propongamos si ponemos en el empeño todo lo que llevamos dentro de creatividad, laboriosidad y conocimiento. Claro: el sentido de la vida, tal como yo la entiendo, es luchar cada día para ser mejores en esas tres zonas de nuestra personalidad. Es fundamental saber, o plegarse a las intuiciones, lo que queremos y, luego, ir a por ello sin miedo a naufragar en el mar de la rendición, caminar sin arrepentirme de mi triunfo o mi fracaso, sin dejar huellas que delaten mi presencia a las tribus hostiles, construyendo inquietudes con obstinación. Los riesgos son evidentes: acostumbrarme demasiado a la soledad hasta no saber vivir sin ella, dejarme llevar por la impaciencia, confundir experiencia con escepticismo, cordura con frialdad. Al menos, tengo algo muy claro que puede servirme de antídoto contra muchos venenos: lo que mueve el mundo no es la ambición, no es la avaricia, no es el amor, no es la amistad, no es el odio. Es la vanidad. Casi nadie se libra de su hechizo. Algunos la tienen domesticada y consiguen mantenerla bajo control, otros alardean de ella sin pudor. ¿Cuántos artistas escribirían, compondrían música, pintarían o cincelarían si su nombre permaneciese en el anonimato? Solo los auténticos. A ello aspiro. En ellos me inspiro para tratar de componer el puzle de mi vida. No tengo prisa, pero no me permito pausas".
