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Javier Sánchez de Dios.

Crónica Política

Javier Sánchez de Dios

El tópico

Uno de los tópicos mas habituales hacia la gente de Galicia es que resulta difícil de entender. Y no molesta, salvo cuando se reitera demasiado: tiene un lado bueno, y es que permite separar a los que piensan, y por tanto innovan las ideas, de los que no lo hacen, que demuestran así o su pereza intelectual o su falta de argumentos. Es el caso estos días de una parte de la derecha -en concreto Vox y Ciudadanos- a los que ahora le ha dado por criticar la decisión de Feijóo de recurrir a la Justicia en el caso de que la migración vacacional intercomunitaria se prohíba si no hay garantía sanitaria. Son los que antes, aparte el vaivén de C´s, criticaban con ferocidad al Gobierno central por no permitir la movilidad entre las provincias.

La anécdota, porque no pasa de eso, apenas demuestra que unos y otros conocen mucho mejor Galicia de lo que parece: ocurre que la población de este Reino, a la hora de votar, sabe distinguir entre la seriedad y el camelo. Algo parecido podría decirse de la actual oposición, pero al revés: el BNG solicitaba no hace mucho que Galicia fuera una y libre a la hora de desplazarse en su geografía, y el sucursalismo del PSdeG obligaba a sus dirigentes a reutilizar el latín y emplear con abundancia el "amén". Ambos lados le hacen un gran favor al PPdeG ya que, seguramente sin intención, lo sitúan en el mismo centro del escenario electoral, o sea, con la derecha en su sitio y la izquierda en el suyo. Hay que ver qué cosas.

La cuestión tiene una vertiente más. Se trata de la consideración, posible, de que el presidente de la Xunta hubiese optado de forma consciente por echarle un pulso a Moncloa para ver si así obtiene el rédito que de otra manera y en ningún caso parece dispuesta a otorgar. Dicho de manera diferente, don Alberto apuesta, con su apelación a los tribunales en pro de la autonomía fronteriza, por marcar distancias claras entre la capacidad política real de los que no son separatistas, y quienes todo lo fían al grito de "independencia". En el fondo, desde el punto de vista de quien escribe, esa postura -adecuada a los tiempos que corren- recuerda en cierto modo a aquella "autoidentificacion" que otro presidente defendió. Con los naturales y profundos matices que necesita la comparanza.

Existe un problema al menos teórico que en alguna otra ocasión ya se puso de manifiesto, siempre en opinión particular. El jefe del Ejecutivo gallego "estira" la idea de la autonomía para que abarque casi lo mismo que lo que otros exigen, pero solo a ciegos o a muy miopes se le puede ocurrir llamarle "nacionalista". Si podría ser verdad que una cierta audacia como la que se cree ver aquí pudiera permitir un debate sobre el riesgo de que los tribunales lleven su actuación hasta los conceptos políticos y no a su estricto ámbito. Esa hipótesis implica mas jaleo, porque dado el panorama actual lo último que conviene es más pleitos, aunque ya los gitanos dijeron aquellos de "tengas muchos" -pleitos- "y los ganes".

El panorama, ya en abierta campaña electoral, se enriquece -siempre desde el punto de vista de quien escribe- porque va más allá de lo que durante estos cuatro meses se ha vivido, y aporta elementos que no significan ni de menos, eso si, además de pandemia ni tampoco de miedos futuros ni de lo que obligadamente, por cierto, sigue siendo prioritario: la salud pública. Se echa de menos, que en sus intervenciones públicas, algunos candidatos se refieran a asuntos que, además de la sanidad, importen a la gente del común. Por ejemplo la posible ampliación de la crisis en el sector automovilístico, el riesgo de la conversión de la renta mínima vital -que nadie discute, pero sin una clara definición corre el riesgo de convertirse en los ERE andaluces extendidos a todo el Estado- y otros no menos importantes aunque si ruidosos, entre los que cabe citar el futuro de Vulcano, el de Alcoa y su imprescindible estatuto para grandes consumidores eléctricos, etcétera. Todo ello acompañado de las correspondientes ofertas para hallar soluciones, porque de lo contrario la campaña sería humo de pajas.

¿No??

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