Faro de Vigo

Faro de Vigo

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

El "Unamuno" de Arturo Barea

Arturo Barea es autor de libros que, escritos en el exilio, fueron luego tardíamente publicados en España. Durante la contienda civil, militó en el bando republicano como responsable del control de las comunicaciones de los corresponsales extranjeros, trabajo que desempeñaba en el edificio de la Telefónica, en plena Gran Vía madrileña, donde sufrió de forma especialmente dramática las vicisitudes del asedio a Madrid.

Se exilió en 1938 viajando primero a París y al año siguiente a Inglaterra donde vivió hasta su muerte en la Nochebuena de 1957. Se había casado con la periodista austríaca Ilse Kulcsar; ella se encargaba de traducir su obra al inglés, lengua en la que originariamente se editaron los libros más representativos de Barea. Después, en lengua española, van apareciendo en Argentina, pero no en España. Su conocida trilogía "La forja de un rebelde", publicada en Inglaterra en la década de los cuarenta, fue editada en Argentina en 1951(Losada), y en España en 1977, dos años después de la muerte del dictador. Su "Unamuno" se edita en Inglaterra en 1952 traducido al inglés por su mujer que para entonces firma ya como Ilsa Barea; curiosamente, también fue ella quien tradujo la famosa recreación literaria del incidente entre Unamuno y Millán Astray en el Paraninfo de la Universidad de Salamanca escrita por Luis Portillo, de la que luego se sirvió Hugh Thomas en su libro sobre la Guerra Civil española.

En el año 1959, la editorial Sur, fundada en 1933 por Victoria Ocampo, publica en Buenos Aires este libro sobre Unamuno. Era, por tanto, la primera vez que aparecía en español, pero editada fuera de España. En los años setenta, tuve la fortuna de dar con un ejemplar en una librería de viejo madrileña, que, por supuesto, aún conservo con el aprecio de una vieja joya: en rústica, con cubiertas de color verde, bellamente envejecido. Aquella lamentable laguna editorial española -¡cuántas puertas se cerraron a los vencidos!, ¡qué injusta y deplorable administración de la victoria! - se ha visto ahora enmendada gracias a la reciente publicación -¡68 años después!- del libro de Barea, en una muy cuidada edición de Espasa; mantiene la traducción originaria de Emir Rodríguez Monegal y también las líneas preliminares ("Envío") escritas por Ilsa Barea, acompañadas en esta ocasión de un prefacio de William Chislett.

El libro estaba llamado a formar parte de una serie de ensayos promovida por Erich Heller. Este dio a elegir a Barea entre Ortega y Gasset y Unamuno. Sin dudarlo, se decidió por el segundo, con el que sentía cierta afinidad, según nos dice su mujer. En la primitiva edición inglesa, unas breves palabras del autor sustituían al prefacio: "Este ensayo fue escrito en colaboración con mi mujer, Ilsa Barea, que también lo tradujo."

Cuando Barea escribe el libro aún no era accesible toda la extensa obra periodística de Unamuno, como tampoco su descomunal corpus epistolar, tan importante para adentrarse en aspectos fundamentales de su pensamiento. La obra -no extensa, poco más de cien páginas- comprende tres capítulos; se ocupa el primero del tratamiento que Unamuno da al problema nacional, donde se concluye que la posición adoptada por el rector salmantino en el conjunto de ensayos que componen "En torno al casticismo" vienen a explicar la clave de su actuación pública. Ahí destaca al "pensador heterodoxo y polémico, en un aislamiento que constituía a la vez su fuerza y su vulnerabilidad". En el capítulo segundo, aborda la vertiente filosófica de Unamuno volcada en su obra "Del sentimiento trágico de la vida", visión descarnada y dolorida del fondo del abismo del alma humana donde se enfrentan en permanente combate razón y sentimiento, irreconciliable conflicto con el que hemos de aprender a convivir. El libro termina con el capítulo en el que, pese a lo que anuncia su título - "El poeta en Unamuno"- no se ocupa en realidad del poemario unamuniano. Barea considera que la creación realmente poética del rector salmantino radica en ese mundo hecho a su imagen y semejanza, plasmado en sus novelas cuyos personajes no son sino jirones del alma de Unamuno, proyección del universo unamuniano y de sus preocupaciones recurrentes.

Tardíamente ofrecido a los lectores españoles, es un texto que sigue siendo válido para su propósito originario: servir como introducción útil para el conocimiento de un escritor que, como dice el propio Barea, "tiene algo grande que ofrecer a los hombres de nuestra época."

Compartir el artículo

stats