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Joaquín Rábago.

360 grados

Joaquín Rábago

Una violación del derecho internacional que clama al cielo

Lo que ha anunciado el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu que se propone hacer su Gobierno con los territorios de la Cisjordania ilegalmente ocupados por el Estado judío es una violación de la legalidad internacional que clama al cielo.

Tras criticar las últimas conclusiones de la Corte Penal Internacional, el gobernante israelí, que se aferra al poder para escapar a los cargos de corrupción que pesan sobre él y su esposa, se arrogó el derecho de anexionárselos. Netanyahu calificó de "hipócrita" que el tribunal de la Haya considerase como un crimen contra el derecho internacional "el regreso" de los colonos judíos a Shilo, Beit El y Hebrón, localidades situadas en el corazón de Cisjordania.

Aunque la fecha y el modo en que se procederá a la anexión de esos territorios no se detallan en el acuerdo de coalición firmado por Netanyahu y su principal rival en las urnas, Benny Gantz, ese proceso se deja en manos del veterano primer ministro, que dice que actuará "en total conformidad con EE UU".

Netanyahu se ufanó, eso sí, ante el Knesset (Parlamento) de que si el tema de la soberanía israelí sobre esas tierras ocupadas figura en el orden del día, se debe a sus tres años de esfuerzos personales para conseguirlo.

Significativamente, su exrival político y ahora aliado de Gobierno, Gantz, ni siquiera mencionó en su alocución inaugural el tema de la anexión o de la extensión a esos territorios de la jurisprudencia del Estado de Israel.

La anunciada anexión preocupa justamente al rey de Jordania, Abdalá II bin al Hussein, que no oculta su oposición al plan del presidente norteamericano Donald Trump de acabar con la solución de los dos Estados bajo el pretexto de que se ha demostrado inviable.

El monarca jordano, que teme lo que puede venírsele encima a su país en caso de que Israel se empeñe en llevar a cabo la anexión con el apoyo explícito de la Casa Blanca, se pregunta, en declaraciones al semanario alemán Der Spiegel , por la oportunidad del debate sobre la soberanía israelí cuando todo Oriente Medio está amenazado por el Covid-19.

"¿Es éste el momento, en medio de la pandemia del coronavirus de discutir si queremos la solución de un solo Estado para Israel y Palestina", se pregunta Hussein II, que insiste en que para Jordania la mejor solución sigue siendo la de los dos Estados, que es la propugnada por la ONU.

"Los políticos que abogan por un solo Estado no saben lo que ello significaría. ¿Qué ocurriría en caso de hundimiento de la Autoridad Nacional Palestina? Habría más caos y más extremismo en la región", advierte el monarca, según el cual, en el caso de que Israel se anexionase Cisjordania, habría "un conflicto importante con Jordania".

Abdalá no quiere pronunciarse sobre si en tal caso su Gobierno rompería el acuerdo de paz que tiene el país con Israel aunque no lo descarta: "No quiero amenazar y crear así un ambiente de confrontación, pero nos reservamos todas las opciones".

"Coincidimos con muchos países europeos en que no puede ser que en Oriente Próximo se imponga la ley del más fuerte", explica el monarca hachemita, que advierte además a los miembros de la Liga Árabe que siempre se rechazará la solución de un solo Estado.

La creación de un único Estado con la ocupación de Cisjordania llevaría indefectiblemente a un régimen de apartheid en el que los ciudadanos palestinos tendrían menos derechos que los judíos y equivaldría a una continuación de la política colonial por parte de Israel.

¿Puede la Unión Europa, por desgracia también dividida en ese tema, limitarse a simples declaraciones de condena ante tamaña violación de la legalidad internacional por parte de un Estado con el que mantiene estrechas relaciones políticas, culturales y comerciales?

¿No es ya la hora de dejarse intimidar por los Estados Unidos de Donald Trump y pasar de las simples declaraciones a los hechos? Europa no puede olvidar su pasado colonial ni su responsabilidad en la creación del Estado israelí y mirar una vez más para otro lado.

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