Faro de Vigo

Faro de Vigo

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

La legión del voluntariado anónimo

Consciente de la verdad implacable de tanta miseria generada por el coronavirus, también es bueno destacar la labor de muchas personas que intentan aportar lo mejor de sí mismas para ayudar en lo posible a los afectados. Podría echar mano de la referencia a los Sanitarios, Fuerzas del Orden, Protección Civil, Militares y un largo etcétera que añadiría valor a esta reflexión, pero quiero referirme aquí a esa legión de mujeres y hombres que, de forma callada, lo más anónima posible y ahora más, porque hasta se tapan la cara con las mascarillas, están cada día en los comedores sociales, en las sedes de las ONGs y allí donde se necesitan manos para atender la demanda de alimentos, consuelo y compañía, según la demanda. En algunos casos son instituciones de cualquier religión pero, en la mayoría, forman parte de esa legión de seglares, de personas de limpio corazón que no han dudado en ponerse al carro de la situación, dejando a un lado, desde el primer y más peligroso momento, sus obligaciones familiares, para atender esas tareas de recogida de alimentos y los puestos de reparto en decenas de instituciones, incluso poniendo en riesgo su salud personal, ajenas a peligros de virulentos contagios . Sé, porque me toca de cerca, que nadie busca protagonismo ni homenaje alguno, pero es de justicia que, a la hora del reconocimiento se les tenga en cuenta porque su impagable labor. Son la legión invisible.

Dos: Colas de miseria

Compartir el artículo

stats