Los vigueses se quejan de las restricciones que pone Cangas para acceder a las playas y éstos de que Vigo prohiba pagar con dinero en metálico en Vitrasa. Porque aquí no se le echa la culpa a la empresa concesionaria del transporte urbano de Vigo sino al Concello. Y estas dos llamas son suficientes para alentar el fuego localista, del que se nutren partidos populistas como ahora vemos en esas manifestaciones que se hacen en coches envueltos en colores rojigualda. Hay que hacer entender a la población que el Área Metropolitana funciona en las dos direcciones y de ello también deben ser conscientes las empresas. El problema con el pago de Vitrasa surgen de la falta de información con O Morrazo de esa forma de pago, como el problema de las playas es consecuencia también de las malas interpretaciones interesadas en alentar el localismo pernicioso. No saquemos las banderas, por favor.
