La minoría del gobierno local de Cangas lleva a negociar hasta la extenuación unos presupuestos para 2020 que no durarán más de seis meses, entre otras cosas porque será muy difícil que las aportaciones del Estado se puedan mantener para 2021. Ayer la izquierda que quedó fuera del gobierno se mostró proclive a un entendimiento y quiso demostrar altura de miras en una situación tan difícil como la que vivimos. Pero no es conveniente que las conversaciones duren demasiado. Hace falta actuar rápido y los presupuestos no estaría de más que fuesen aprobados a mediados de este mes. Las negociaciones no deben entrar en punto muerto como otras veces. Eternizarse en esta cuestión sería un error y lo pagaría el pueblo.
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