Criticar estos días a Israel por sus continuas y conocidas violaciones de los derechos humanos del pueblo palestino es no solo peligroso para un político, sino también para un intelectual, que verá cómo llueven inmediatamente sobre él todo tipo de acusaciones.
Cualquier crítica a la política del Estado judío será tachada sin más de antisemitismo, como le ha ocurrido al conocido filósofo africano Achille Mbembe, apartado de la Trienal del Ruhr, en la que debía pronunciar el discurso inaugural.
Mbembe, considerado como uno de los pensadores más importantes del "poscolonialismo", fue acusado por el encargado del Gobierno de Berlín para cuestiones judías, Felix Klein, de cuestionar la existencia de Israel y equiparar el sistema del apartheid surafricano al Holocausto.
A raíz de esas y otras acusaciones, la directora de la Trienal, Stefanie Karp, optó por suspender la participación del intelectual camerunés en el que el que es hoy uno de los festivales culturales más importantes del país, pero que finalmente no se celebrará este año debido al coronavirus.
No es la primera vez que Karp censura a un representante del mundo del espectáculo y la cultura: hace dos años apartó de la Trienal a un grupo de rap escocés acusado de apoyar el movimiento Boicot, Sanción y Desinversiones (BDS)..
El Parlamento alemán aprobó hace casi un año una resolución condenatoria de ese movimiento internacional que busca presionar económicamente al Estado judío para que acabe de una vez con la ocupación de los territorios palestinos y deje de discriminar a sus ciudadanos árabes.
Mbembe reconoce haber firmado en 2010 una declaración de ese movimiento de boicot a Israel pero sostiene que iba dirigida exclusivamente contra la Universidad Ben Gurion, que lleva a cabo investigaciones de tipo militar, y no al resto de las Universidades israelíes.
Sus críticos en la prensa alemana, entre ellos el editor del diario conservador "Frankfurter Allgemeine Zeitung", le acusan de haber escrito en su prólogo del libro "El Israel del Apartheid" que la "ocupación de Palestina es el mayor escándalo moral de nuestro tiempo, peor aún que el régimen del apartheid surafricano", afirmación que aquellos califican, a su vez, de "escandalosa".
El semanario liberal "Die Zeit" ha ofrecido a Mbembe la oportunidad de defenderse de las acusaciones de las que es objeto, y en un artículo publicado en sus páginas, Mbembe se remite a la filósofa judía Hannah Arendt, a la que, como escribe, "difícilmente se puede acusar de antisemitismo si es que ese concepto significa algo".
Mbembe niega haber tratado de comparar hechos históricos "incomparables" o "sobrevalorar" unos, como el colonialismo, sino que se ha propuesto más bien "averiguar el papel que tuvieron en la formación del mundo actual tanto la esclavización de los negros, fenómeno que está en la raíz del temprano capitalismo, como las conquistas coloniales".
Palestina, agrega el autor de "Crítica de la razón negra", ocupa "un lugar destacado en mis reflexiones sobre "la otra cara del mundo", es decir sobre las formas coloniales de división de la Tierra y de la vida".
Mbembe aventura la siguiente hipótesis: "A partir de los métodos con los que se administran o se abandonan las zonas ocupadas de Palestina, se desarrollan formas tecno-futuristas de construcción de enclaves, de vaciaderos de personas y de expropiaciones, que tienen significación universal".
En su libro "Política de la Enemistad", Mbembe escribe que "el régimen del apartheid surafricano, y aunque tenga otra magnitud y haya que situarlo en otro contexto, el exterminio de los judíos europeos son dos manifestaciones emblemáticas de la locura de la división (de la humanidad)".
Otro semanario alemán que se ocupa de la polémica en torno a Mbembe, "Der Spiegel", admite que es "seguramente equivocado esperar de alguien que mira el mundo desde una perspectiva africana que asuma la perspectiva europea sobre el Holocausto".
"Vistos desde África, los crímenes del colonialismo aparecen más próximos, más claros y más importantes. Describirlos y comprenderlos es una tarea central del poscolonialismo", reconoce el semanario.
Pero, añade, Alemania tiene sus razones para que la Shoah ocupe un lugar también central en sus reflexiones políticas y alguien que piensa a lo grande como Mbembe debería ser capaz de entenderlo.
