En este tiempo de desconcierto, recluidos en casa por una alevosa pandemia vírica, estamos asediados por versiones contradictorias de la realidad que, lejos de tranquilizarnos, turban nuestros ánimos. Y es que hay unos, los que gozan de mayor eco, que defienden que en la lucha contra el coronavirus todo se ha hecho bien y que el pueblo es feliz porque canta y baila en los balcones de sus casas; mientras que otros, la versión minoritaria, piensan que se ha reaccionado tarde y mal, que se sigue actuando con mucha improvisación, y, en lugar de sumarse al bullicio, manifiestan su dolor porque sus familiares y allegados han muerto en la más completa soledad. En este estado de cosas, he pensado que lo mejor es que este domingo les hable de mis dos colegios: los Salesianos de A Coruña y el Manuela Rial Mouzo de mi villa natal, Cée.

Los que conocen mi vida de cerca se verán sorprendidos porque hable de mis dos colegios, cuando solo cursé estudios en uno de ellos. Por eso, me apresuro a declarar que los dos son míos, aunque por distinta razón. Los Salesianos es el colegio en el que cursé el bachillerato y el Manuela Rial Mouzo es el colegio que depende de la Fundación Castro-Rial, a cuyo patronato me honro en pertenecer. No hay duda, pues, de que escribo con propiedad cuando afirmo que ambos son mis colegios.

De mi estancia en los Salesianos conservo, como no podía ser de otro modo, buenos y malos recuerdos, más de los primeros que de los segundos. Ahora cuando, en tarea Machadiana, miro hacia atrás y observo el tramo de la senda vital que recorrí allí, pienso que tuvo el Colegio Salesiano una influencia positiva en mi formación. La instrucción que yo recibí -fue la misma que la de todos, pero solo hablo por mí-- fue completa y fue un buen profesorado el que me transmitió los caudales de conocimientos que correspondía.

Otro ámbito en el que tengo buenos recuerdos es el de las actividades paraescolares. No me refiero tanto al fútbol, que era sin duda nuestro deporte-rey. cuanto las escénicas: el cine, el teatro, y hasta alguna zarzuela. De todas ellas, la que nunca he olvidado fue el cine, que veíamos cada domingo por la tarde. Es verdad que en aquellos años (1957 a 1964) nos cortaban los besos. Pero también lo es que posiblemente gracias a eso mi película favorita es, sin ningún género de duda, "Cinema Paradiso".

En el aspecto negativo, destaca sobre todo la gran disciplina a la que estábamos sometidos. Pensaba entonces y lo sigo creyendo hoy, que no tenía sentido someter a unos jóvenes normales al mismo (o prácticamente el mismo) sistema disciplinario que elaboró el italiano San Juan Bosco, fundador de la Orden, para los niños conflictivos que iban al reformatorio de Turín. San Juan Bosco implantó un "sistema preventivo" frente al sistema represivo tradicional, pero creo que la prevención se basaba en un régimen colegial muy estricto y difícil de soportar por los que éramos simplemente jóvenes normales.

Pues bien, viene a cuento todo lo que antecede para significar que el otro días me llevé una gran alegría al leer que un grupo de alumnos de primaria del Colegio Salesianos grabó un videoclip de la canción "Resistiré". Como indica la noticia, grabar el vídeo fue posible gracias a la participación de más de cien familias, se ha subido a las redes sociales, y trata de reflejar el espíritu con el que los chavales se enfrentan a la incertidumbre del presente curso escolar. Los protagonistas finalizan su actuación expresando su consigna de que "Este examen lo vamos a aprobar".

Al hablar de mi otro colegio no puedo recurrir a recuerdos lejanos, sino al satisfactorio recuento de los muchos éxitos que oigo exponer a su director en cada sesión del Patronato de la Fundación.

Entre ellos, y con la advertencia de que estamos hablando de un colegio de una villa de cerca de 8.000 habitantes, merece destacarse que se le ha concedido el programa "plurilingüe" gracias al cual los alumnos de Infantil desarrollan un tercio de su actividad lectiva en Inglés. A lo que ha de añadirse que, tras la puesta en marcha del mismo la Consellería de Educación entregó al colegio la denominada "Estrella Edulingüe". En este mismo ámbito académico, el colegio ha sido seleccionado para las "evaluaciones de diagnóstico" que realiza la Consellería de Educación, teniendo unos resultados en las materias evaluadas muy por encima de la media de otros Centros de Galicia que tienen sus mismas características.

En el ámbito individual, a varios ex alumnos del colegio les otorgaron el Premio al Mejor Expediente de primero Bachillerato en los Centros en donde cursaron esa etapa y hubo una alumna, Carmen Ramón, que finalizó con Matrícula de Honor en el Bachillerato.

Finalmente, se debe destacar la brillante participación de alumnos del colegio en los distintos concursos y certámenes que se organizan en Galicia. Entre los más importantes y recientes cabe reseñar: 1.- (Curso 18/19): Concurso de Relato "Xoves Talentos "de Coca-Cola (modalidad Gallego), Ainhoa Trillo Atán obtuvo el primer premio de la Comunidad Autónoma Gallega), fue premiada con con la participación en la " Gala Nacional"; 2.- (Curso 18/19) en el Concurso "Jóvenes Talentos" de Coca-Cola (modalidad castellano) la alumna Sarai Baldomar Carballo recibió el primer premio del Sector Coruña; 3.- (Curso 18/19) en el VII Concurso Escolar Poesía "Rosalía de Castro" (ámbito autonómico) la ganadora en la categoría de 1º ciclo de ESO fue nuestra alumna Ainhoa Trillo Atán.

No hace falta que les diga la doble satisfacción que tengo con este colegio: está en Cée, lugar donde nací, y lo dirige y administra el Patronato Castro-Rial, familia originaria también de Cée, de cuyo Patronato soy miembro.