Desde la cruda experiencia que compartimos con las empresas en primera línea de la lucha contra las consecuencias económicas del Covid-19, desde la Cámara de Comercio de Pontevedra, Vigo y Vilagarcía de Arousa vemos con preocupación la profundidad de una recesión que amenaza con echar por la borda lo conseguido en materia económica y social en una década larga de sacrificios. Son tiempos duros que hemos de afrontar con valentía y esperanza, con el ejemplo de nuestros sanitarios, fuerzas de seguridad y otros trabajadores esenciales, los ciudadanos, y de manera especial los empresarios, que estamos llamados a ser pilar indispensable en la salida de la crisis y la reconstrucción.
Los empresarios hemos mostrado desde el inicio nuestra lealtad, con un apoyo sin fisuras a las decisiones de las autoridades sanitarias; sabiendo que cada día a mayores de confinamiento amenaza con hacer más profunda la recesión que ya afecta a nuestras empresas y autónomos. Lealtad que ha de ser recíproca, desde un firme compromiso también por parte del Gobierno para la supervivencia de nuestras empresas. El mismo que esperamos del Eurogrupo; la Unión Europea se juega su futuro en la respuesta a las necesidades de los estados miembros.
Acerca de las medidas económicas aprobadas, ha de garantizarse que todos los recursos prometidos llegan al tejido productivo sin demora. Nuestro trabajo en las Cámaras nos permite conocer de primera mano la necesidad de que el flujo de crédito llegue de una vez a autónomos y pymes, que sufren problemas acuciantes de liquidez para hacer frente a sus obligaciones. Y de ahí la apremiante urgencia de la suspensión del pago de tributos y cotizaciones a la Seguridad Social, no solo aplazamiento, medida que ya han aplicado la mayoría de los países europeos.
Pedimos también que el Gobierno reconozca nuestro empeño inequívoco en la preservación del empleo. Es precisa mayor flexibilidad en las condiciones de los ERTE y del despido. El mantenimiento de los niveles el empleo será la clave de bóveda de la recuperación, por eso ha de velarse también por la viabilidad de las empresas. Nadie podrá proteger a un trabajador si no hay empresa. Por eso no sirven medidas sin consenso. El diálogo social ni limita la autoridad ni la desdora, ahora es más crucial que nunca.
*Empresario
