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Si vivir se puede, la muerte que espere

A Manuel Vidal, con cariño

Yo era un niño de apenas 7 años cuando vine por primera vez de vacaciones a Galicia. El destino: Ribadeo, fue quizás uno de mis mejores veranos. Allí aprendí que en agosto era necesaria una chaqueta para salir en las frescas tardes en la Rúa San Roque, algo inusual en Madrid. Mi prima mayor y madrina se trajo de recuerdo un amor, el que más tarde fue su marido: Manuel Vidal Serrano.

A mí que siempre me gustaba ir con ella por la tarde a cualquier sitio, en aquel entonces ir con él era lo más guay que le podía pasar a un niño de 7 años. Se conocieron en Rosalar (él era escolta del presidente Calvo Sotelo) y la cantidad de batallas que me contaba me dejaban ojiplático. Por su trabajo portaba su arma reglamentaria; y, para mí, era como un héroe. Pero no fue sólo escolta de un presidente del gobierno. También fue Tedax, desactivador de explosivos. Recuerdo las pegatinas que me traía de vez en cuando con el lema de los Tedax: "Si vivir se puede, la muerte que espere".

Por tierra, mar y aire, Manolo ayudó durante años a centenas de personas, aunque no lo viésemos... Buceador profesional de la Armada, su experiencia en el agua le ha acompañado durante décadas. Recuerdo cuando hace unos 38 años me enseñaba sus manos prácticamente desolladas: había participado en el rescate de unos marineros de un barco que encalló frente a las costas de Ferrol y tuvo que sacar a cinco cadáveres; recientemente, por la desaparición de un torrentista en Palma buscaron a un especialista para intentar dar con el desaparecido. ¿A quién llamaron? Sí, a Manolo.

Si el mar era su medio natural, siempre miró para arriba y también fue paracaidista del Ejército?Demasiadas emociones hasta que optó por una vida más "sosegada" como instructor de su propio centro de buceo (Nautilus Dive Center, en Mallorca) y más tarde como director de buceo en la atracción turística del submarino Nemo Submarines.

Últimamente dejó todo para vivir en el mar, a bordo de su velero Silver Dragon. Una vida aplacible truncada recientemente por el Covid-19. Hoy se encuentra en la UCI; la información que me llega es optimista pero tendrá que ir poco a poco. Más de cuarenta años de leal servicio a España a través de distintas misiones merecen que el Gobierno ponga todos sus esfuerzos para salvar la vida de Manolo y de quienes han luchado por ofrecer la mejor versión de España.

*Periodista especializado en Tecnología

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