Faro de Vigo

Faro de Vigo

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Aprovechar esta situación como una oportunidad

Mario, un estudiante cangués de segundo de Bachilerato, trata de encontrar el lado positivo de la cuarentena

Se ha cumplido ya una semana desde la última vez que pisé el instituto. A pesar del confinamiento absoluto por la declaración del estado de alarma en España para combatir la rápida expansión del coronavirus, el tiempo se me ha pasado volando, y en estos días estoy convencido que todos hemos vivido situaciones inéditas que recordaremos siempre.

Los estudiantes hemos descubierto que el tener que trabajar desde casa durante tanto tiempo es muy diferente a hacerlo en clase. Algo a favor sería que hemos confeccionado nuestro propio horario lectivo, por supuesto evitando madrugar, eso que tanto nos cuesta durante la semana. Y algo que no nos falta es el tiempo, y aunque algunos preferimos hacer trabajos por la mañana para realizar otras actividades por la tarde, cada persona puede escoger a la carta cómo gestionarlo.

EN DIRECTO

Coronavirus en Galicia: última hora

Sigue las noticias sobre la incidencia de la pandemia del Covid-19 en la comunidad

Sí que es cierto que la cantidad de ejercicios y trabajos que se nos ha mandado es bastante, e insisto, bastante amplia. De todas formas ni esperábamos ni reclamamos algo distinto pues la situación es la que es y la estamos afrontando con responsabilidad y sin excusas. Incluso durante esta cuarentena hemos tenido tiempo para intercambiar puntos de vista sobre esta situación histórica con diferentes personas, sacando en claro que nos conviene dar la vuelta a la situación y aprovecharla como una oportunidad, esforzándonos más que nunca para dejar claro que nuestra prioridad es sacar la mejor nota posible sin importar el tamaño del obstáculo que se nos presente. De todas formas, también es verdad que nos resulta difícil hincar los codos cuando recordamos que, con las pruebas ABAU ya aplazadas, nos quitarán vacaciones que por desgracia no recuperaremos nunca. Aun así, intentaremos sacar la situación adelante, como siempre, lo mejor que podamos.

En lo que a ocio se refiere nuestra imaginación funciona a revoluciones desconocidas hasta ahora. Muchos aprovechamos para entregarnos a nuestra afición por los videojuegos, que nos ayuda a matar el tiempo y pasar un buen rato incluso jugando con aquellos amigos y familiares que tanto echamos de menos. También somos varios los que usamos el deporte (en forma de bicicleta estática, trabajo de fuerza-resistencia o los afortunados que tienen jardín, jugando con cualquier balón) como vía de escape, intentando que el cuerpo no se apalanque en exceso y engañándolo para que no note que ha pasado una semana encerrado en casa (y las que quedan). La lectura también es un excelente pasatiempo, y en mi caso aprovecho para quitarme de encima los últimos libros obligatorios del curso, que para mí es el trabajo más placentero de realizar. Y cuando todas estas actividades ya están completadas cualquier otra opción es buena, bien sea con los diversos retos que nacen cada hora en las redes sociales, bien molestando a los familiares con los que convives, viendo las infinitas series o películas a las que hoy en día tenemos acceso, limpiando la casa, ordenando la habitación (que buena falta le hacía), comiendo o simplemente asomándote a la ventana y respirando el aire fresco que hasta hace una semana consumíamos sin tapujos a pie de calle.

En consenso con mucha gente de mi entorno, probablemente la parte más dura de esta etapa sea la separación con las personas con las que tratabas todos los días. Aquellas que comparten contigo muchos momentos de tu día a día, de tu vida, y que ahora no puedes ver. Por esto, las videollamadas, mensajes e incluso cartas están al orden del día para comunicarnos con nuestros seres queridos, con los que compartimos nuestro monótono día o solamente charlamos sobre lo mágica que va a ser la próxima vez que nos abracemos.

Porque aunque ahora todo parezca que vaya cuesta arriba, hallaremos la luz al final del túnel gracias a nuestro compromiso y perseverancia, gracias al personal sanitario que tan duro trabaja estos días, así como transportistas, personal de supermercados, transporte público... ¡Gracias!

Asimismo apelo al sentido común de los empresarios que están manteniendo la actividad de sus negocios (en muchos casos, sin medidas de prevención frente al contagio) cuando no son de primera necesidad para que manden a sus trabajadores a casa y contribuyan así a la contención del virus. Porque de lo contrario se expandirá sin impedimentos por mucha cuarentena que hagamos los demás.

A pesar de todo, somos una sociedad responsable de la que debemos sentirnos orgullosos, y lo demostraremos quedándonos en casa el tiempo que haga falta, frenando la curva de contagios y finalmente ganando esta singular guerra al combativo, pero demostraremos que no invencible, Covid-19.

*Mario Otero: alumno de 2 de Bachillerato del IES María Soliño de Cangas

Compartir el artículo

stats